CAPÍTULO 2

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Ninguna de las obras presentes en esta historia son de mi pertenencia créditos a sus respectivos autores.

Narra Vergil

En la penumbra de la noche, mientras la luna apenas iluminaba la oscuridad, me encontraba solo en casa. Los recuerdos de esa fatídica noche aún atormentan mi mente, como si fueran un eco constante de dolor y pérdida. Los susurros del viento parecían llevar consigo el peso de la tristeza que se apoderó de mí.

Mis pasos resonaban en el suelo de madera, creando un eco vacío en cada rincón de la casa. El crepitar del fuego en la chimenea solo acentuaba la soledad que sentía en mi interior. Recuerdo cómo la risa de mi hermano Dante solía llenar este hogar de alegría, cómo su energía era como un faro en medio de la oscuridad. Pero esa noche, esa risa fue silenciada por el rugido de los demonios que invadieron nuestro espacio.

Los gritos de mi madre resonaron en mis oídos mientras luchaba desesperadamente por proteger a Dante y a mí. La visión de su valentía y sacrificio para defendernos de esas criaturas abominables sigue grabada en mi memoria. Pero la tragedia se cernió sobre nosotros, y en medio de aquel caos infernal, su voz quedó apagada para siempre.

En el momento en que los demonios asaltaron nuestra casa, el caos y la oscuridad se apoderaron de todo. Vi cómo mi hermano se interpuso valientemente entre mí y un demonio despiadado. Sus ojos reflejaban determinación y valentía mientras blandía su arma con gracia y ferocidad. En ese instante, supe que estaba dispuesto a darlo todo por mí, a sacrificarse para darme una oportunidad de escapar.

Mis gritos se mezclaron con los sonidos de la batalla y los rugidos infernales, pero no pude apartar la vista de Dante mientras enfrentaba al demonio con una valentía inquebrantable. A pesar de su lucha feroz, fue abrumado por el poder del enemigo. El demonio lo atravesó con su espada, y mi hermano cayó al suelo, emitiendo un último suspiro que resonó en mi alma como un eco de tristeza.

La casa que alguna vez fue un refugio seguro ahora se consumía en llamas, como si el fuego fuera un reflejo de la desesperación que sentía en mi interior. Las llamas se alzaban en el cielo nocturno, iluminando la devastación a mi alrededor. Mientras los demonios seguían acechando y riendo con malicia, me sentí atrapado entre el fuego que engullía todo y el abismo de mi dolor.

Con el corazón destrozado, me acerqué al cuerpo inerte de Dante, mi hermano, mi amigo, ahora silenciado por la crueldad de aquellos que nos habían atacado. Las lágrimas caían sin control mientras sostenía su mano fría y ensangrentada. Sabía que su sacrificio había sido para protegerme, para darme una oportunidad de vivir y luchar otro día...

La escena era una amalgama de destrucción y tristeza, donde el humo y las llamas creaban un telón de fondo lúgubre para el dolor que consumía mi ser. Prometí venganza en honor a la memoria de mi hermano y mi madre, mientras el fuego y la oscuridad danzaban en torno a mí. Mi destino había cambiado de manera irrevocable, y la sed de venganza ardió en mi corazón como el fuego que consumía todo a mi alrededor.

El dolor de la pérdida de mi familia me abrumó, sumiéndome en un abismo de melancolía. Observé las ruinas de lo que alguna vez fue un hogar cálido y lleno de amor, ahora convertido en un recordatorio doloroso de lo que había sido arrebatado de mí. La espada de mi padre, Sparda, se alzaba solitaria en un rincón, un testigo silente de la tragedia que se había desatado, la tomé y me largue de ahí...

Me arrodillé ante el altar improvisado en memoria de mi madre y mi hermano. Las lágrimas brotaron sin restricción, mezclándose con el dolor en mi corazón. Cerré los ojos, reviviendo los momentos compartidos, los momentos felices que parecían ahora tan lejanos. La pérdida de Dante y mi madre dejó un vacío que nunca podría llenarse, una herida que nunca podría sanar.

Legado: "Búsqueda De La Redención" [Goku en Devil May Cry]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora