-¿Q-que?- Tartamudeó- Estas... ¡Estas embarazada!- me sorprendió su reacción, la forma en que se exaltó me puso muy nerviosa- Oh Nena y... ¿Quieres tenerlo?-se notaba que era una pregunta incomoda, el lo sabía pero le importa mi opinión al respecto, Dan lo miró con cierta molestia.-Si.
Adam se acercó al sofá donde estábamos Dan y yo, se arrodilló frente a mi y tomó mis manos.
-Nena, yo sé que será algo difícil y estás en todo tu derecho tomar tu desición, y la respeto- Adam se levantó y me dio un beso en la mejilla.
-Dan, hermano-Adam llamó a Dan y se retiró de la sala y fue a la cocina. Yo permanecí en silencio, me sentía incómoda y creía que Dan se sentía igual conmigo.
Puse las manos en el sofá y me impulsé para levantarme, la incomodidad llegó a un punto donde quería alejarme de Dan porque esta situación no era algo planeado para ninguno de nosotros.
-Nena- tomó mi mano para evitar que me fuera- Quédate preciosa- Sus ojos oscuros anhelaban compañía, no soy muy buena descifrando emociones pero siento que me quiere a su lado pero las cosas que están pasando me atemorizan.
Me jaló hacia el con fuerza, volví a sentarme y vi su rostro agotado que se veía tan atractivo, sus músculos tensionados se marcaban en su camisa negra, su cabello desordenado me hacía detallarlo con lentitud.
-Cariño- Dijo con suavidad pero aún así siendo imponente- se que sientes que me incomodas, dejame decirte que no es así, jamás vas a incomodarme, siempre voy a necesitarte conmigo y mas ahora quiero estar contigo, no solo por nuestro hijo- que dijera "nuestro hijo" sonó como un eco en mi cabeza que resonaba, como una frase que quería que se repitiera mil veces- te amo Eryn.
Puso sus manos en mi rostro y acercó sus labios a los mios con ternura, me habia parecido una eternidad no poder tocar sus labios con ese amor y esa dulzura que el me transmitía con frecuencia, cuando dormía con el, cuando cocinabamos juntos o cuando nadabamos en el lago.
Dan se alejo un momento y me miró a los ojos, sus manos estaban entrelazadas con las mías y estabamos muy cerca el uno del otro, era como si un mar de emociones brotaran de sus ojos, podia ver su melancolía, su felicidad, su angustia, todo, sus ojos reflejaban con pureza todo aquello que yo sentía por el y lo que el sentía por mi, ver sus ojos era un lugar seguro y cálido que para mi era exclusivo y que nadie más podía tener, Dan es un hombre de pocas palabras, algunas veces es muy serio y cortante cuando su molestia es obvia, pero conmigo mostraba cierta compasión que nadie habia tenido conmigo. Soy feliz por saber que mi hijo tendrá un padre y que ese padre es una persona que daría su vida por mi y no una persona cruel que hubiese conocido antes de Dan.
•••
Dan
Cuando nena se quedó dormida en el sofá, la cargué en mis brazos con mucho cuidado y la llevé a mi habitación, que era notablemente mas grande que la de ella, no iba a permitir dejarla dormir sola, aparte su habitación era muy pequeña y su cama igual, solo cabía la mitad de mi cuerpo y el pequeño cuerpo de mi Nena.
La arrope mientras observaba su rostro, sus ojos todavía estaban hinchados de lo mucho que lloró, aparté su cabello de su cara y salí de la habitación haciendo el menor ruido posible.
Adam me espera afuera con los brazos cruzados y una mirada seria, algo raro de el ya que la mayor parte del tiempo no es serio.
-¿Cuando?- no pude evitar sonreír y aguantar las ganas de reírme por no despertar a Nena.
-Eso es algo que no te sabría explicar con exactitud hermano-le di un golpe en el hombro, Adam me miró y luego sonrió para darnos un abrazo fraternal con palmadas en la espalda- admítelo no puedes ser serio.
-Es algo asombroso, por fin habrá herederos- habló con diversión- y mamá no se preocupará ahora de dónde estarás o si llegarás a casa porque ahora tendrás una razon para venir-Me miró con un brillo en los ojos, como si nunca hubiese dejado de ser un niño que esperaba a su hermano mayor a casa.
Bajamos a la cocina y decidimos preparar algo instantáneo para cenar con nena.
Cuando ya estuvo listo, Adam subió a ver a la Nena y yo preparé la mesa. Nena unos minutos bajó de la mano con Adam, se sentó y comenzó a comer como si no hubiese comido en una semana, tal vez su embarazo le estaba haciendo sentir mucha hambre, ni Adam ni yo le ibamos a reclamar al respecto, me senté a su lado y cuando todos terminamos de cenar Nena pidió más comida, mi hermano torpe se apresuró a prepararle mas cosas mientras yo solo lo miraba burlandome de su torpeza y actitud tan graciosa.
Adam siempre fue como un niño pequeño que yo no supe cuidar por las difíciles cosas por las que tuvimos que pasar y su infancia tampoco fue tan bien aprovechada en su momento. Desde que Nena llegó a nuestras vidas Adam recuperó esa infancia que no supo tener antes y ahora el trataba de hacer lo que fuese por ella. En parte pude sentir un poco de celos pero me sentía más aliviado de verlo sonriendo que preocupándose por traer algo a casa con que pagar la renta, o para comer, ella era como una hermana para el y el era su hermano pequeño que necesitaba que lo mimaran cuando se raspaba la rodilla.