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Primer mes

Nena

Malditas nauseas.

He despertado, a las 3:33 de la mañana de forma totalmente exacta, a simplemente salir corriendo a vomitar.

En el primer, aún así mi cuerpo ha cambiado, mi vientre ha crecido un poco, no mucho, pero se nota que mi abdomen plano ha desaparecido un poco.

Mi piel que por largos años de trabajo se habia maltratado, ahora es suave, mi cuerpo ahora ya no es tan delgado, mis caderas crecieron, mis senos igual, y mis muslos ahora tienen mas volumen, mi cabello que antes era reseco y algo quemado, ahora es sedoso y brillante. ¿Es acaso eso normal? En todo caso, verme al espejo es ver a una modelo, tal vez sea una exageración.

¿Me he vuelto narcisista? No, no he ido a ese extremo, tal vez solo no estoy acostumbrada a verme... diferente, mas sensual y provocativa, a pesar de todo.

Anne por fin regresa, iremos a recibirla, lo desagradable es cuando sé que tenemos que regresar a la ciudad donde yo solía vivir para recogerla en el aeropuerto y llevarla a casa. Son 4 horas de viaje, hablé con mi doctora, estoy estable y mi embarazo no es nada riesgoso, entonces puedo ir por Anne, junto con Dan y Adam por supuesto.

-¡Maldita perra! ¡Volverás a saber de mi y te arrepentirás!-

Son las palabras que recuerdo de ni exjefe después de que lo arrestaran y yo viera con satisfacción aquel suceso. Se lo merecía después de todo, era un maldito hijo de puta.

Aún así, su esposa era una excelente mujer, siempre fue dulce conmigo y comprensiva incluso cuando supo lo que su esposo hacía fue capaz de no odiarme a pesar de que yo no fuese culpable, y que denuncié a su ahora exesposo, me trató con amabilidad y nunca me insultó. Una diferencia enorme en contra del imbécil de su exesposo.

Juré jamás volver a esta ciudad, y jamas mirar su paisaje, pero aquí estoy, junto Dan y Adam en busca de Anne, lo vale, gracias a ella soy feliz y haría cualquier cosa por ella con tal de pagarle su generosidad.

Es de noche, ya casi llegamos al aeropuerto.

-Nena ¿Quieres comer algo? ¿El bebé quiere algo?- miré hacia el retrovisor y Dan tenia sus ojos observándome, estaba divagando en mis pensamientos mirando hacia afuera con la ventana cerrada, el olor de la ciudad me daba náuseas más de lo normal.

-Paremos acá- pidió Adam- ¿Quieres comer ahí Nena?- Adam señaló un restaurante que aún seguía abierto, asentí y Dan se estacionó.

Ellos salieron del auto, yo no salí, iban a pedir la comida y comeríamos en el auto, era mejor, no me gusta que me vean comer personas que no sean ellos o Anne, pedí un jugo de naranja y muchísima carne.

Me recosté en el asiento trasero, me arrope con una cobija que usé para poner en mis piernas durante en viaje y cerré mis ojos.

°°°

No se si pasaron mas de 10 minutos, pero empecé a sentir una extraña incomodidad en mi espalda, mis manos me ormigueaban, mis piernas ardian, y en mis pies sentía que tenía clavos enterrados. El dolor empezó q aumentar cada segundo, abri los ojos, y mi mente empezó a aclarar la imagen.

No es posible, no puede serlo, yo estaba en el auto de Dan, estaba con ellos y, luego me acosté a descansar, no es posible, había regresado a ni viejo apartamento...

Mire mi vientre, y ahora era plano, entré en pánico, mi cuerpo volvió a ser delgado, mi cara estaba otra vez demacrada y mis manos y resto de piel estaban con rasguños.

Salí con lo único que tenía puesto, mi vieja ropa, salí corriendo, fui al viejo apartamento de Anne, toqué muchas veces pero nadie respondió, no tuve de otra más que tratar de empujar la puerta con mi cuerpo. Cuando entré quedé en shock, no habia nada, ni siquiera un solo mueble, no habia nada, me asome a una ventana que estaba abierta y miré hacia afuera, vi la silueta de una mujer, con las proporciones corporales iguales a las mías. Caminaba tambaleándose con las piernas temblorosas y el cabello desordenado, estaba llena de sudor y su ropa estaba desarreglada.

Miré detenidamente, miré con mas detalle su cuerpo su cabello, todo.

Ella sabía que alguien la miraba, que yo la miraba, miró hacía donde estaba yo y vi su rostro. Era yo. Me miró con una sonrisa macabra que le llegaba hasta las orejas, sus ojos perdieron color y quedaron en blanco. Me miró directamente al alma, mi respiración se entrecortaba y empecé a sudar, su expresión era más que obvia y eso me atemorizaba, la miré fijamente pero no pude evitar que mis ojos me ardieran y tuve que parpadear, fue menos de un segundo y ella ya no estaba. Me sentía en una película de terror y yo era la protagonista que era perseguida por algo.

La busqué con la mirada, no estaba por ningún lado, el viento soplaba fuerte y todo estaba en silencio, la madera del apartamento crujía y rechinaba las cortinas de la ventana de sacudían con violencia y las puertas se abrían y cerraban. Me relajé un segundo <<tal vez ya se fue>> me dije a mi misma, respiré profundo y seguí mirando hacia la ventana, un ruido fuerte me exaltó, era una puerta de madera vieja y podrida que había estallado en miles de pedazos, fijé mi vista a donde habia provenido el estallido y la vi ahí. Era yo, es versión macabra mia, parecía una maldita araña pegada al techo con el cuello girando de forma anormal. Ahora me sonreía con más fuerza, enseñándome sus filosos dientes y sus encías, su cabello empezaba a caerse y su piel a quemarse, un calor infernal empezó a presentarse en la habitación mi cuerpo sudaba y la piel se erizaba.

Se acercó lentamente a mi y estando casi a 1 metro de distancia quiso abalanzarse hacia mi pero entonces sentí un golpe en la espalda.

Volví a abrir los ojos y me di cuenta que habia caido de la silla trasera del auto.

𝕰𝖑 𝕻𝖆𝖗𝖖𝖚𝖊 𝕯𝖊 𝕷𝖔𝖘 𝕾𝖚𝖊𝖓̃𝖔𝖘Donde viven las historias. Descúbrelo ahora