Samira Schultz
¿Por qué le es tan difícil a las personas comprender como te sientes?
Porque no les importa
Dice una voz en mi cabeza que decido ignorar, porque no puede solo no importarles. ¿Verdad? Es decir, como quiera que sea soy humana, cómo las demás, lo que quiere decir que no lo sé, las personas deberían sentir compasión por su especie, al menos. ¿No?
¿Tú sentiste compasión por tu hija?
¿Si se supone que eres la voz de mi cabeza para que me haces preguntas de las que ya conoces las respuestas? Increíble, ya terminé de volverme loca.
Daryssa está mejor así.
¿Eso es lo que te quieres hacer creer?
Es la realidad.
Sabes que no lo es.
¿De todas maneras que podría hacer yo? Liam no la va a liberar.
Podrías apoyarla y que no crea que su madre la odia por algo que sabes que no fue su culpa.
Ilusionarla, quieres decir, innecesariamente porque es más que obvio que de Liam no se va a librar a no ser que muera.
Pero es mejor a qué esté completamente sola.
Tiene a Freya.
No sé si eres ilusa o te haces.
Ya déjame en paz.
El sonido de la puerta me distrae y me encamino hasta ella dejando mi guerra interna detrás.
—Necesito hacerle unas preguntas.
— ¿Quién es usted?
—David Roussel, policía de la estación del norte.
— ¿Qué necesita saber, oficial?
—Quiero hacerle preguntas sobre la muerte de su hija, Daryssa Schmidt.
¿Muerte?
—Creo que no estoy entendiendo.
— ¿No es usted Samira Schultz? ¿La madre de la recién fallecida Daryssa Eine Schmidt Schultz?
—Soy Samira, pero tiene que haber un error, Daryssa no está muerta. —Frunzo las cejas. No lo está, ¿verdad?
— ¿Cómo está tan segura?
—Yo...—no lo sé, no sé nada de ella hace un tiempo, oh por dios. Mi hija—...hablé con ella hace unos días.
—Daryssa falleció hace 24 horas. Su cuerpo fue encontrado magullado y con señas de golpes, parecía haber sido violentado incontables veces.
Niego con la cabeza, «No, mi niña no»
Siento que se me aprieta el pecho y llevo la mano hasta él, suelto el pomo de la puerta y me acerco a un asiento. Empiezo a hiperventilar y como en una secuencia pasan todas los años con mi Daryssita. Mi niña. No puede haberse ido, no así.
—Tranquilícese, señora Schultz.
— ¿Cómo me pide que me tranquilice si me acaba de decir que mi hija, mi niñita está muerta?
—Tranquila, su hija no murió. Aún.
Lo miro con las cejas fruncidas, esto tiene que ser una broma, esto tiene que ser una maldita broma.
—Retírese ya mismo de mi casa.
—Ni siquiera entré.
—Da igual, retírese.
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MAYO (OBSESIÓN #1) (COMPLETA)✓ [EDITANDO]
Teen FictionUna simple realidad, alterada. Dónde los simples errores acarrean grandes consecuencias. No debí meterme por ese camino, no debí pedir más de lo que tenía, no debí fallar. Un lugar en el que nadie muere del todo, un lugar en el que nunca sabes que p...