MAYO (OBSESIÓN #1) (COMPLETA)✓ [EDITANDO]

CAPÍTULO 12

Daryssa Eine

Freya apareció, o al menos eso me dijo Liam, llamé a mamá pero no me cogió el celular, quizás está ocupada y por eso no me ha podido contestar. O quizás no quiere hacerlo, simplemente. De todas maneras eso ahora no me preocupa, me preocupa más la decisión que tomé mientras Liam estaba fuera, lo que seguro va a cambiar el curso de esta historia. Porque esto Liam no me lo va a dejar pasar, quiero creer que lo hice por mí, por mi bienestar, pero a medida pasa el tiempo más dudo que sea así. Y más se instala en mi cabeza la posibilidad de que esto solo me lleve a la locura.

Porque claro, no está en mí hacer las cosas bien al menos una vez. Las ojeras que cargo últimamente por el mal dormir hacen que mi rostro se vea más pálido de lo que de por sí es, luzco simplemente, demacrada.

Liam abre la puerta y avanza hasta la cocina, me levanto para ver si está bien y lo veo empinándose de una botella de agua como si eso fuera a callar todo lo que pasa por su cabeza.

— ¿Te pasa algo?—pregunto aunque es obvio que sí.

—No, solo… solo déjame algo de espacio.

—Ok.

¿Será que lo sabe? ¿Será que sabe que le mentí?

David Roussel

Manejo hasta casa de los Weber, si de verdad la niña menor tiene información pues es hora de sacársela. Desconozco que tienen que ver ellos en todo esto pero si me los mencionaron por gusto no fue.

Parqueo el auto frente a una casa de dos pisos. Me bajo y toco el timbre alrededor de tres veces hasta que me abre una mujer de unos 20 años aproximadamente, piel morena, ojos cafés y pelo negro.

— ¿Está es la casa de los Weber?

—Sí— me responde la señorita.

—Soy el policía David Roussel—le muestro mi placa—de la estación de policía del norte.

— ¿Qué hace tan lejos de su estación, capitán?— Me gusta cómo suena el título en su voz.

—Me gustaría hablar con la menor de los Weber—ignoro su pregunta pues aquí el que está para preguntar soy yo.

—Está hablando con ella.

—Me gustaría hacerle unas preguntas.

— ¿Se me acusa de algo, oficial?

—No, por ahora no, solo me gustaría hacerle unas preguntas sobre Liam Bertrand. —Su rostro, por unos cortos segundos cambia a la sorpresa, lo cual es normal, cuando te mencionan un nombre que creíste que jamás volverías a escuchar.

—No sé de quién me habla. —Intenta cerrar pero rápido intercedo.

—Su rostro me dice lo contrario. Solo son una serie de preguntas breves, necesito cogerlo, por favor, mi carrera depende de ello. —Me da una mirada de compasión.

Asiente—Pase—me dice tomando una fuerte respiración y haciéndose a un lado para que yo pueda entrar fácilmente. —¿Quiere algo de tomar?

—No, así estoy bien.

Nos acomodamos en la sala de estar, donde la decoración va desde paredes de un tono claro a muebles oscuros.

—  ¿Cómo conociste a Liam Bertrand?—pregunto

—Bueno. Me llamo Licie Weber…

—Al punto, Licie. — Me da una mala mirada. — Perdón, ¿Podrías ir al punto?

—Hace aproximadamente seis años mi madre llegó corriendo a casa y empezó a preparar su maleta y me dijo que hiciera lo mismo, atrás entró mi hermano todo golpeado.