MAYO (OBSESIÓN #1) (COMPLETA)✓ [EDITANDO]

CAPÍTULO 9

Liam Bertrand

Sufrimos porque nadie nos entiende, pero al fin y al cabo eso ya sucedió con los genios del pasado, forma parte de un gran artista ser incomprendido en su tiempo.
El Zahir, Paulo Cohelo

— ¿Qué te pasa, mi niño? Estoy cansada de decirte que no me gusta verte con cara triste.

—Papá no me deja salir a jugar.

—Ay, toda la vida he dicho que tu papá es un amargado. Ven, yo juego contigo. — Mi abuela se levanta y me extiende la mano y yo la tomo.

Es mi abuela favorita, la mamá de mi mamá. La abuela Hortencia no, ella es mala, me dice que tengo que crecer para hacerme cargo de los negocios de la familia. Pero son feos, no me gusta lo que hacen, lo que le hacen a mamá, me dice que no pierda mi tiempo dibujando, que eso no sirve para nada.

—Eres mi abuela favorita.

—Ay, precioso—me sienta en sus piernas y me besa la mejilla—Tú también eres mi nieto favorito. —Frunzo las cejas.

—Soy tu único nieto—digo con confusión.

—Ps, por eso. —Arrugo más el entrecejo.

—Así no tiene gracia, así no tengo competencia, y yo si te estoy eligiendo antes que a la abuela Hortencia.

—Pero si esa es una arpía, ni siquiera debería hacer competencia.

—No le digas esas cosas, mamá—Entra mi madre a la habitación y mi abuela me empieza a hacer cosquillas.

—No le digo más que la verdad, y él está de acuerdo con eso. ¿Verdad, mi niño?—empiezo a asentir mientras no puedo dejar de removerme por las cosquillas— ¿Verdad?

—Vámonos, Liam.

—Pero iba a jugar con la abuela.

—Vámonos ya.

—Ve, niño, ve. Tu mamá está amargada últimamente y es mejor no molestarla. —Me besa la mejilla y me da un leve empujón para que camine—cuida a tu mami—me susurra en el oído.

—Espérame afuera, pequeño Bertrand—me dice mamá.

Me pongo detrás de la puerta, ya se me ha hecho costumbre cada que mamá y papá discuten:
— ¿Por qué le dices esas cosas?—oigo que le dice mi mamá.

—Porque es la verdad y tiene que saberlo, Hortencia no sirve, no es buena influencia para mi chiquito.

—Pero es su abuela y no hay nada que yo pueda hacer, mamá y si a él le da por decirle así. ¿Lo has pensado? Podría terminar yo con un tiro en la cabeza, o aún peor, podrías tenerlo tú.

—El idiota de tu marido no me da miedo.

—Pues debería, si que debería. Sabes que no le tiembla la mano a la hora de matar a alguien. A su propia familia no la va a matar porque tienen un pacto de sangre o algo así. Pero nosotras somos blanco fácil, mamá.

—No te preocupes por mí, Lisa, pase lo que pase ya yo he disfrutado mi juventud, he experimentado todo lo que he querido, he cometido errores y he tenido los mejores días de mi vida. Preocúpate por ti y por ese hijo que traes, ya que ninguno de los dos está seguro.

—Él piensa que es suyo, mientras lo siga pensando no me va a matar.

—No, pero mi miedo es que te haga algo mucho peor. Sé feliz, Lisa, aún eres joven.