Oscuridad repentina, sentimiento de fuerza contra mi pecho, deseo de correr.
Dama maldita, dama que atormenta mi mente, dama que me empuja a la oscuridad.
El Callejon ahora es un campo de preguntas y humillaciones, parece que las ráfagas de viento me ignoraran.
Ahora me trato de ocultar en nubes negras que oculten mi cara.
Respiro y camino, buscando un lago, lago que ahogara mi sufrimiento.
Mojado entorno que logra llenar mis pulmones de tranquilidad, ahora todo esta normal.
Dama, te veo a lo lejos y se que siempre me atormentaras y contaras mis pasos y en cada paso que de, estaré en un callejón.
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Borges: Mujeres, poesía y Belleza
PoetryRecuerdo como tu mano permanecía junto a la mía, sin tocarse, solo... Poemas