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No podía mirarla a los ojos...

Sus ojos seguros ante las luces, serios y penetrantes;
Dejaban ocultarse levemente por su cabello.

Sus delgados labios dejaban mostrar cómo ventana sus dientes.

Postrada en una imagen en blanco y negro,
Cubriendo su pecho solamente por un manto de muerte rápida,
Dejas mostrar al mundo la confusión el tiempo y la imagen de inocencia y madurez.

Quédate así, recostada en la pared.

Borges: Mujeres, poesía y BellezaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora