Ahora estoy entre la espada y la pared, pero creo que la espada a penetrado mi espalda,
Espada que genera vergüenza y preocupación; sangrando angustia y miedo.
¿Por que? Dama, por que me agobias ciertos soles y lunas,
Corro y corro pero tu lamentable pero inevitable paso me alcanza y me hace sufrir.
Dama misteriosa, me haces respirar profundamente en el callejón de los lamentos, me castigas con murmullos y pensamientos cazadores.
El tiempo me saluda, se ríe de mi y se va; y en el callejón se nubla mi vista, vista que convierte aquel Callejon en un laberinto y a ti dama maldita en paranoia constante.
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Parte 2, ==========>
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Borges: Mujeres, poesía y Belleza
PoesíaRecuerdo como tu mano permanecía junto a la mía, sin tocarse, solo... Poemas
