Capítulo 7

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*Narra Ruben*
Me desperté, y lo primero que vi fue una luz impactando mi cara. Pensé que había muerto, hasta que alguien me hablo.
- Despierta - dijo Miguel mientras abría las ventanas.
- ¿Que hora es? - dije con unos ojos de chino.
- 7:10 de la mañana.
- ¡Tan temprano!
- Acostúmbrate, a esa hora te levantarás mientras estés a mi cuidado.
- ¿Tu cuidado?
- Tu mama me dejo a cargo de ti, recuerda.
- De tu familia, no de ti.
- Pero yo te quiero cuidar - eso hizo que sintiera mis mejillas arder - ahora vístete y baja, que tu madre vendrá por sus maletas.
- Ok... - bostece.
Miguel salio de la habitación, y yo me vestí. Me hacía sentir nervioso el hecho de que Miguel viniera a mi casa todas las mañanas, desde ahora, a levantarme, además el hecho de que el me pone nervioso. Como habla, como mira, como sonríe, sobre todo su sonrisa, hace que sienta cosas en mi estómago.
- Bah... - suspiro abrochado el último botón de la camisa.
Salí para bajar y tomar desayuno con mi madre. En la cocina estaba ella, cocinando tocino.
- Buenos días mama - salude.
- Buenos días Rubén - me sirvió un plato con tocinos - recuerda que hoy me voy.
- Si... Lo se... - dije sin ánimo.
- Rubén - se sentó a mi lado - te quedará solo unas semanas sin mi - eso no cambiaba mi cara sin animo - mira, te prometo que cuando vuelva, vamos a esa pizzeria que tanto te gusta, y pediremos tu pizza favorita.
- ¿En serio? - creo que se me iluminaron los ojos.
- Si.
La abrace. Aunque no me importaba la pizza que comprará, me gustaba salir con mi mama - soy un mamón - a comer o solo a caminar.
Después de terminar el desayuno, me fue a dejar a la escuela.
- Listo - se detuvo en frente de la entrada - no estés con esa cara, volveré.
- Eso no me preocupa - me despedí con una sonrisa y baje del auto - lo que me preocupa es lo que pasará en estas semanas con Miguel...
Entre y vi a Willy, con la cabeza baja. Se veía mal, o al menos a mi parecer. Intente hablar con el, pero no me contesto.
- Rubén - sentí que me llamaban atrás mio.
- Hola Mangel - lo salude.
- Veo que tu mama ya se fue, podrías ir a mi casa esta tarde, ara que no estés solo, ¿que te parece?
- No tengo opción, ¿cierto?
- No tienes - dijo riendo y revolviendo mi cabello - ahora entremos a clases.
- Vamos - me adelante.
- ¡Espera! - me intento alcanzar.

De amigos, a algo mas - {RUBELANGEL - Mini fanfic}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora