Capítulo 8

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*Narra Ruben*
Entramos al salón - donde yo había llegado primero - y nos sentamos. A la clase llego Samuel, buscando algo.
- Rubén - me llamo por mi nombre, siempre acostumbraba a llamarme Doblas.
- ¿Que? - me acerque hacia donde estaba.
- Tengo que hablar contigo - dijo en un susurro.
- ¿Hablar de que? - apareció por detrás Mangel.
- N-Nada - dijo nervioso Samuel.
- Miguel... - lo mire.
- Bah - se rindió - deben apurarse, lah claseh comenzarán.
Samuel solo sonrió, y me tomo de mi brazo para que caminará a su lado.
- ¿Conoces a Willy? - me pregunto.
- ¿Guillermo Diaz? - confirmo con la cabeza - el chino, claro, en las clases siempre hablamos.
- ¿Conoces sus gustos?
- Espera, espera, espera, ¿te gusta Wi... - me tapó la boca.
- Shhh - seguía con sus manos en mi boca - es que lo invite a salir, porque, realmente me gusta...
Me soltó y se sentó en una banca del pasillo. Solo lo mire, para que toda esa información entrara a mi cabeza.
- Bueno, ¿donde lo invitaste?
- Al parque de entretenciones - dijo algo amurrado.
- Buena elección - pose mi mano en su espalda - a el le encanta ir a eso lugares, sobre todo subirse a la rueda de la fortuna, el me ha dicho que siempre ha soñado que su amado lo lleve hasta allá, y en la cima... No recuerdo lo que le hubiera gustado, pero para comer, le gusta el algodón de azúcar, cabritas y manzanas confitadas.
- No sabes de lo que me salvaste Rubén - me abrazo.
Quede esperando unos momentos antes de corresponderle el abrazo. Esta situación, cuantas veces no la había soñado. Pero esta Mangel. Con eso correspondi al abrazo.
- Vamos - se separó - de seguro que Miguel esta comiéndose las uñas porque no llegas.
- Eso creo - dije riendo.
Tocaron la campana y corrí a mi clase. En el pasillo me encontré con Mangel en la puerta de su salón, donde entro con Samuel. En mi salón, estaba Frank en la puerta, y cuando aparecí, me dio un abrazo - ni que casi me haya muerto, a no ser... - y me entró de la oreja.
- Buenos días - saludo el profesor.
- Buenos días - se escuchó mal coordinado.
Nos sentimos y nos dio permiso ara conversar en voz baja, ya que solo quedaban dos días de clases para salir de clases y llegar a las anheladas vacaciones. Converse un rato con Frank, pero dirigí mi mirada a Willy.
- Frank, tengo que ir a conversar algo con Willy - me pare.
Camine hasta el lugar de Willy, donde el achinado descansaba los ojos.
- Willy~ - lo llame algo cantado.
- ¿Eh? - abrió los ojos... Aunque no tanto.
- Lo se todo...
- ¡Yo no fui! - se paró de un salto.
- No se de lo que hablas, yo lo se todo sobre Samuel y tu - susurre.
- ¿Te lo c-conto? - su cara se puso roja intensa.
- Si, pero ni te preocupes, el quiere que todo salga bien, me ha preguntado sobre tus gustos.
- Que lindo - dijo sonrojadose más.
- Le gustas, sabes? - le dije.
- ¿Eh? - me miró desconcertado.
- Le gustas, el mismo me lo dijo.
- ¡Si! - me abrazo - me alegrarte el día.
- Para eso me pagan - me reí.
Volví ami asiento junto a Frank, que estaba durmiendo plácidamente, susurrando un nombre.
- Borja... - ¡¿que?!
- ¡Frank! - pegue un grito, a lo que saltó Frank.
- Tío, que me asustas.
- ¿Que pasa con Borja? ¿eh? - dije levantando mis cejas.
- Este... yo... bah - suspiro - hemos estando viéndonos mu seguido, e incluso somos amigos con ventaja... O algo asi...
- ¿Seguro? ¿y sus abrazos, besitos, manitas? - lo moleste a lo que se sonrojo.
- Ya para, que se enteraran.
- Todos se enteraran algún día sobre lo de ustedes - dije - pero, ¿porque no me lo habías dicho?
- Ya estabas ocupado con lo de Samuel y Mangel, no tenias tiempo, y no quería ocuparte más.
- Amigo mio, nunca será una molestia para mi - desordena su cabello.
Y ahí paso el día, haciendo nada. En los recreos salia y veía a Mangel, a Willy conversando con Samuel, y a Frank con Borja bien escondidos - pero los tenia vigilados a los dos -.
Regresamos a casa, y Mangel me acompañó.
- ¿Pasaras a mi casa? - me pregunto.
- ¿No qué no tenia otra opción?
- Me siento muy posesivo diciéndote que hacer - se rasco la nuca.
- Ni que estuviéramos en una relación - con eso Mangel paro en seco.
- Rubén - me acerque al frente.
- ¿M-Mangel? - malditos nervios.
- Tu... ¿me quieres?
- Mangel... Yo... - baje mi cabeza - creo que si...
- ¿En serio?
- Si - al responder, sentí como levanto mi mirada con una de sus manos, para acercarme a el.
Nos miramos a los ojos o unos segundos, hasta que me acerque más, no podía aguantar tanta presión. Junte nuestros labios. No vi la reacción de Mangel, ya que cerré los ojos. Me estaba poniendo nervioso, no hacia nada, hasta que sentí sus manos en mi cintura. Nos separamos por el aire - en estos momentos lo maldecia - y otra vez nos miramos a los ojos.
- Rubén, yo...
- Y...
- ... te amo.
- ... yo también.

De amigos, a algo mas - {RUBELANGEL - Mini fanfic}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora