De amigos, a algo mas - {RUBELANGEL - Mini fanfic}

Capítulo 9

*Narra Rubén*
Durante el camino, Mangel tomo mi mano, ¡no podía estar más rojo y nervioso! Mire su rostro, se veía tan tranquilo, como si supiera lo que hacía. Se dio cuenta de mi mirada y sonrió, esa misma sonrisa, cuando me levante a ver quienes eran los nuevo vecinos.
- Mangel.
- ¿Eh?
- Esto... ¿va en serio?
- Dime, ¿que piensah tu?
- Bueno - me rasque la nuca - que si va en serio.
- Entonceh si va en serio - dijo riendo.
No lo había notado, pero eso había causado una sonrisa inconsciente en mi. Seguimos caminando hasta la casa de Mangel, donde no había llegado nadie.
- Creo que mi mama tardará en llegar - dijo buscándola con la mirada.
- ¿En canto llegará?
- En... - pensó un rato - no lo se, en la mañana me ha dicho que hoy tendría mucho trabajo, y que no sabia si volvería.
- ¿Entonces nos quedaremos solos?
- Exacto - tomo mis cosas - iré a dejar nuestrah cosas en mi habitación, tu espérame aquí, ¿ok?
- Ok.
Y subío las escaleras corriendo. Me quedé parado en la sala de estar, donde habían fotos, no creo que le haga daño a alguien viéndolas...
En una repisa, habían muchas fotos de Mangel, junto a su madre, y un señor que no lo había visto antes por aquí, probablemente sea su padre. Ese señor salia en muchas fotos con Mangel y su mama. Pero, habían algunas en la que Mangel, ya más grande, no salía con ese señor, tal vez su padre.
- ¿Te gu'tan mis fotos? - pregunto Mangel detrás de mi.
- Yo solo, solo... Estaba - intente darle una excusa, pero tomo mi mano, haciendo que me callara.
- ¿Te e'tabas preguntando quien eh el? - señaló al señor de las fotos.
- S-Si.
- Pues, el eh mi padre - suspiro.
- ¿Donde esta?
- El, cuando yo tenía 7 años, salió por trabajo, pero tuvo un accidente en el auto hacia el aeropuerto.... - dijo agachado la mirada.
- Y-Yo lo siento - sujete su mano con mis dos manos - no tuve que hacer esa pregunta.
- No te preocupes - se limpio una lágrima que se había escapado - al menos alcance a despedirme.
Agarro mi mano con fuerza y sonrió, cosa que imite. Fue a la cocina, a buscar algo para comer. - Novedad - dejo en la mesa - pizza.
- ¿Cual?
- Doble queso - me miró, sabia que era la que más me gustaba.
- Pues comamos - dije sentado.
Comimos callados, pero riendo por las miradas discretas entre los dos. La pizza estaba exquisita, no había probado otra así, debía saber donde las vendían, para robarmelas todas y encerrarme en mi casa para comerlas todas.
- ¿De donde son? - pregunte comiendo una rebanada.
- De la casa.
- ¿Donde esta esa pizzeria?
- No no, tontito - revolvió mi cabello - lah hice yo.
- ¿Tu?
- Exacto.
- Te voy a llevar a mi casa para que me hagas siempre pizza.
- Allí estaré - beso mi frente.
Al lado de Mangel me sentía tan bien, no me sentía incomodo ni mal, era una sensación de confianza, con esa sonrisa tan, tan... tan de Mangel.