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Capítulo 1

Dalia

Hoy no se duerme. Comencé un libro nuevo y eso quiere decir que debo terminarlo en menos de 24 horas-Es mi manera de disfrutarlos.-Apagué las luces del cuarto y me metí en la cama, lista para leer.

Me gustan mucho los libros de fantasía porque me sacan de la realidad y me llevan a reinos desconocidos. Donde existen las princesas que se salvan solas, los muchachos que tienen la capacidad de llorar, los dragones que pueden no ser malvados y las flores que a pesar de ser bellas son egocéntricas y mezquinas. Pero también existe el amor, donde dos jóvenes son capaces de quemar el mundo para estar juntos, a pesar de las barreras y obstáculos que les ponga el destino, siempre buscan un instante para robarse una sonrisa. Donde el villano escoge salvar a su amada y dejar morir al mundo.

Salí de mi burbuja literaria porque el celular en mis manos comenzó a sonar. Era Emma, mi mejor amiga, si no se hubiera tratado de ella no contestaría porque está interrumpiendo un momento sagrado.

-¡NO ME LO VAS A CREER!-bien, comenzamos fuerte.

-¿Que pasó? Espero que sea importante.

-¡Diego me invitó a salir!-gritó tan alto que casi se me cae el teléfono.

Es entendible, la pobre lleva todo el año hablando con un chico por mensajes de texto y no se han visto ni siquiera una vez, yo no creo en eso de enamorarse por medio de un celular. Pero ella jura y perjura que es el amor de su vida. Estoy feliz por ella, muy feliz. Hemos reído y llorado juntas ese romance.

- ¡Sí!-las dos gritamos como locas hasta que nos dolió la garganta.

-Te voy a enviar los mensajes para que veas y cómo me lo pidió.

-Enseguida los veo.

Media hora después seguíamos hablando por llamada y yo revisaba mis redes sociales, había hecho una pintura nueva y quería publicar algunas, desde que descubrí a los 15 años que me encantaba mancharme las manos de pintura con muchos colores no he parado de hacerlo. Y desde hace un tiempo los publico para que más personas vean mi arte. Algunos de mis amigos de la escuela habían dejado sus comentarios y ya contaba con muchas reacciones.

-¿No has sabido nada de Charly verdad?-me preguntó

Quería decirle que sí, que volví a hablar con la persona que consideraba mi mejor amigo, pero ya van a hacer tres meses desde la ultima vez que intercambiamos un mensaje de texto o una llamada.

-No-dije casi como un susurro.

-Vi en sus últimas publicaciones que se va de vacaciones con Katy a la playa-se quedó callada un momento pero después siguió hablando.-¿En serio estás bien con eso? Sabes que me puedes contar cualquier cosa.

-Sí, no me molesta que esté bien. Aunque ya no me cuente de sus cosas como antes las sigo celebrando.

Charly era mi mejor amigo hace un año, pero desde que tiene novia se apartó demasiado de mí, haciéndome de lado y tirando cinco años de amistad a la borda.

-Cambiando de tema, ¿viste en tus notificaciones? Tienes un montón de comentarios nuevos en tus pinturas.

-Sí, algo vi. Se siente bien que a los demás les guste lo que hago-en serio es muy reconfortante.

-Eres una excelente pintora Dalia, deberías estudiar la carrera y ganarte la vida con eso.

Estoy acostumbrada a ver este lado de mi vida sólo como una etapa, un modo de expresarme o algo que me encanta y en lo que paso el rato. Pero no me veo estudiándolo como una profesión y eso es por el hecho de que mis padres no están de acuerdo con ello. Para mamá una persona realizada es un estudiante universitario, abogados, doctores e ingenieros, en eso se basa su concepto de profesión honrada. Y no estoy dispuesta a contradecirla, no me gusta que existan discusiones en casa y solo me limito a terminar mi preparatoria para luego optar por alguna profesión bien vista a los ojos de mis padres, tal vez termine siendo Doctora, esa es una carrera la cual no me costaría tanto ejercer.

Agosto huele a MariposasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora