Agosto huele a Mariposas

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Capítulo 5

Dalia

Emma no me deja leer. Tiene una extraña manía para interrumpirme en mis lecturas nocturnas y si no contesto sus llamadas hace berrinche como si se estuviera cayendo el mundo. Y es que a veces me mata del susto, porque estoy muy tranquila concentrada en un libro a las 11:00 de la noche y de pronto mi celular comienza a sonar. Ejemplo de esto, hoy.

—Dalia, estoy al borde del colapso—Ni buenas noches me dice y ya comenzó el drama nocturno.

—¿Que pasa?

—La cita con Diego es mañana y no sé que ponerme—Dijo con la voz llorosa más forzada del mundo.

—¿En serio, Emma? Sabes que con cualquier cosa que te pongas estás genial—Era la verdad, es muy hermosa para tener problemas como estos.

—No, no es eso, mañana lo voy a conocer, al fin después de tanto tiempo hablando y no quiero causarle una mala impresión.

—A ver, sé que esto es importante para ti, así que no te voy a llevar a la contraria, envíame fotos de tu ropa para salir, yo te doy mi opinión y te decides por algo.

Puse mi celular en alta voz y activé los datos para que me llegaran las fotos, recibí algunos mensajes que no respondí por el momento y me concentré en escoger alguno de los 4 vestidos que me estaba mostrando Emma. El primero era azul celeste con un estampado de margaritas, el segundo era rojo y muy corto, ni pensarlo. El tercero era un vestido lila, sencillo pero con unos pliegues muy bonitos y el último era uno rosa que quedaba ajustado en la cintura pero caía en corte de princesa.

Para mi me hubiera gustado más el último, pero desde que vi el vestido lila no paraba de imaginarme a mi mejor amiga con él, le quedaría perfecto y seguro que ella se haría un delineado muy bonito para combinarlo con el atuendo.

—Ponte el lila—Hablé decidida.

—¿No crees que es demasiado sencillo?

—Creo que es perfecto si quieres ser tú misma, no necesitas ir sobrecargada para que Diego se fije en ti.

—Está bien, mañana te envio fotos de como me queda puesto—Se escuchaba más emocionada y yo estaba feliz por ella.

Esperó que Diego no sea un idiota que juegue con sus sentimientos, Emma la ha pasado mal en otras ocasiones y no quiero volver a verla como antes, no ahora que está en su mejor momento. Por lo que sé es bastante atento y gracioso, la trata bien y comparten muchos gustos. De verdad deseo que la cita de mañana sea perfecta para ella.

—¿Y tú que haces?—Continuó hablando mi amiga al sentirme callada—¡Dalia!.

—Lo siento, estaba...

—¿Estabas...?

—Acabo de ver que Eliah subió algo nuevo a sus historias—Seguí mirando su perfil en mi celular.

—¿Qué subió?

—Pregunta si alguien quiere ir a fotografiar mariposas con él.

—¡Si! ¡Es perfecto!—Emma soltó un grito tan fuerte que casi despierta a todos en mi casa.

—¿¡Estás loca!? No grites así.