Tú me entiendes

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N: Fandom muerto? Meh

Manuel, un muchacho de 20 años de cabellos castaños, odiaba a todo el mundo incluyendo a su familia.

No hablaba casi nada con su padre, la relación era pésima porque su papá le llenaba de odio en la cabeza diciendo que la razón por la cual su mamá murió era por su nacimiento.

Y ahora tenía que cuidar a un mocoso que ni siquiera lo deseaba. Para Ethan era mejor que Manuel fuera abortado.

Manuel creció en toda su infancia con resentimiento y odio. Eso lo convertía en una persona fría, sin sentimientos aparentemente y un ansioso social.

No sabe qué es el afecto de un padre y menos el de una madre...

Un día Ethan conoció a una mujer morena hermosa en una discoteca. Por el momento pensó que solo sería una noche para pasar el rato pero se dio cuenta que aquella mujer con la que salía era para una relación seria.

Y en su cabeza se le vino "tal vez podría ser la clave de reconstruir esa pequeña familia con un nuevo matrimonio". Pero no sabía cómo explicarle a su hijo.

— Manuel —Le llamaba.

— ¡Qué chucha queri, viejo aweonao! —Contestó amargado.

— Hay algo que tengo que decirte

— ¿Qué cosa? además de acusarme de que maté a mi mamá porque nací

— No, no es eso, mira sé que nuestra relación entre padre e hijo ha sido paupérrima y está llena de odio pero creo que es momento de cambiar no lo crees? Y sé como hacerlo

La curiosidad despertó en el chico quien lo miraba extrañado pero con orgullo de no querer dejarse convencer.

¿Por fin se comportará como padre por una vez en su vida? ¿Al fin dejará de maltratarlo psicológicamente y se disculpará? ¿Por fin será el momento donde pasarán tiempo de padre e hijo una vez en la vida...?

Eran las altas expectativas de Manuel quien sentía una gran emoción por dentro.

— Conocí a una mujer y será tu madrastra

Y de pronto fue como un martillazo a una ventana hacia las ilusiones de Manuel.

— ¿Q-Qué...?

— ¿No estás feliz? Al fin tendrás una madre

Pero Manuel no estaba absolutamente alegrado con la noticia.

— Te odio... —Manuel decía entre dientes.

— ¿Qué dijiste?

— ¡¿Crees que eso mejorará nuestra relación?! ¡¿Casarte con una vieja cuarentona?! ¡¡Ahh siii mírame que feliz estoy, maldito bastardo, solo pensai' en ti, yo nunca te importé!! ¡Siempre me maltratas diciendo que yo maté a mi mamá que si no fuera por mí ella seguiría viva! ¡¡jamás te importó lo que yo pienso!! ¡Nunca me sacai' a conversar nada del tema!! ¡Te odio y siempre te odiaré y también a esa perra con la que te vas a cul...!!

Manuel recibió una fuerte bofetada por parte de su padre.

— Y a la próxima te romperé la nariz, ahora lárgate a tu habitación, mocoso conchetumare

Y el chileno sin decir nada más fue a su habitación.

Manuel acariciaba su mejilla rojiza por el golpe. Esta vez sintió que la mano de su padre estaba marcada en su cara. Le dolía mucho y se preguntaba porqué su vida era tan miserable con un padre que lo odiaba.

Lágrimas no le faltaba, pero su padre no podía darse cuenta porque si se enteraba que Manuel lloraba era capaz de hacerlo dormir en la calle por "maricón".

Al final, Manuel solo podía resignarse a opinar y aceptó que tendría una madrastra a pesar de que no quiere considerarla como una.