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Manuel estaba leyendo un libro de horror en su habitación, era lo único que lo ayudaba a sentirse bien de su vida miserable.

Leer sobre protagonistas que sufrían y eran maltratadas lo identificaban por completo. Era como si el libro le hablara expresándose y diciendo: no eres el único que sufre aquí.

De pronto escuchó el timbre sonar. Seguro y era los amigos de su padre que invitaba a tomar. Cada vez que eso pasaba Manuel tenía prohibido bajar sin pedir permiso. Pues su padre no quería que hijo arruinase la diversión.

Un día su padre tuvo orgías en la sala de abajo cuando Manuel tenía 6 años. Y él inocentemente vio todo, si bien se le prohibió bajas pero el sonido de personas gritando lo preocupó pensando que necesitaban ayuda.

De repente Manuel escuchó que su padre lo llamaba. El máximo de llamadas eran hasta dos. De lo contrario, Ethan era capaz de subir y golpearlo hasta sangrarle la nariz por los puñetazos que era capaz de hacerle a Manuel.

El chileno bajó con timidez y con un cierto temor a su figura paternal. Y ahí fue donde su mirada se cruzó con la de una morena mujer de 40 años, con una buena figura delgada y pechos firmes los cuales captaban la mirada del chico.

Micaela incluso llevaba puesto un vestido rojo con un escote que exponía la línea entre sus pechos los cuales le hacían lucir bastante atractiva.

— Manuel ella es Micaela, la maravillosa mujer de la que tanto te he hablado —Decía Ethan con orgullo— Micaela, él es Manuel, mi motivación de salir adelante siempre y mi orgullo

Manuel sonreía apretando sus dientes ante la vil mentira que su padre decía solo para quedar bien delante de su novia.

— Un placer conocerte, Manu —La peruana extendía su mano con una amable sonrisa.

— Igualmente...

...

1 mes después

Ethan había invitado a sus amigos por su cumpleaños. La fiesta estaba llena de alcohol, sexo y drogas. Quería aprovechar toda su libertad antes de casarse como si fuera una descontrolada despedida de soltero.

Manuel estaba arriba en su cuarto escuchando todo el desmadre que pasaba en la sala de estar. Y no se atrevía a bajar por temor a que su padre lo golpease.

Pero ese tipo de fiestas donde su papá tiraba con prostitutas le hacía sentir mal por Micaela debido a la infidelidad que estaba él haciendo.

De pronto, Manuel sintió su estómago sonar, y pese a que estaba prohibido bajar lo hizo cuando todos estaban distraídos.

Ahí se llevó la sorpresa al ver a Micaela limpiando la cocina y preparando la cena mientras su prometido tenía diversión en la sala de estar.

— ¡Ctm que estai' haciendo aqui!

— ¡M-Manu! —Exclamaba sorprendida— Que estás haciendo tú aquí... tu padre te puede golpear, por favor, ve arriba, no quiero que se ponga violento contigo

— Tengo hambre

— Está bien pero ve arriba por favor, yo te subo tu comida ahí, ahora solo ve a tu cuarto

Micaela un poco estresada buscaba algo en la cocina con que servirle al chico. Y él seguía sintiendo lástima por ella y preguntándose porqué permitía que su padre la humillara de esa forma con la fiesta incontrolable en la casa.

De repente Manuel la vio ponerse de puntitas para alcanzar aderezos de la alacena pero con dificultad de alcanzarlos.

Por último, él decidió ayudarla extendiendo su brazo atrás de ella de tal manera que Micaela volteó para toparse con el chico a centímetros de sus labios.

Manuel sonrojado se apartó un poco pero le entregó antes los aderezos en sus manos.

— G-Gracias, Manu —Dijo la peruana un poco avergonzada mirando a sus ojos marrones.

— Perdón, creo que es mejor que me vaya...

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N: Espero que les esté gustando la historia☺️ si alguien me quisiera ayudar con la portada se lo agradecería muchísimo y le dedicaría un capítulo o historia🙂

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