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Micaela y Ethan regresaron de su luna de miel luego de dos semanas de vacaciones en Hawaii. Y cuando él se iba a trabajar, Manuel aprovechaba pasar tiempo con su madrastra.

Pero se percató de algo extraño en ella y era que de la nada Micaela actuaba fría con él y lo ignoraba.

— ¿Madre? —La llamaba abrazándola por detrás— ¿Te sucede algo?

Micaela se separaba bruscamente de él sin responderle.

— Siéntate y come —Le decía con frialdad.

Manuel no comprendía porqué Micaela actuaba así de pronto. El chileno se sintió consternado y se le formaba un pequeño nudo en su garganta.

— No comeré hasta que me digas que pasa contigo, ¿ya no me quieres?

No recibía respuesta y con eso fue suficiente para entender que se trataba de un "no" fijo.

— Entiendo...

Y cuando era de noche, Manuel desde su cuarto escuchaba sonidos de besos y ligeros gemidos en la sala. Micaela y Ethan estaban teniendo intimidad y claro eso a Manuel le disgustaba porque le llenaba de celos.

Cuando llegó la mañana siguiente Manuel estaba en la universidad, había mucho de qué hablar con su amigo Martín. Pero al final solo lo resumió con un "tenías razón ".

— No sé porqué se portó tan fría conmigo... cuando la abrazo se aparta, cuando le hablo me ignora, ya dejó de quererme así nomás, Tincho, ¿quizás hice algo mal?

— Dejá de echarte la culpa Manu es obvio que ya satisfizo su deseos de mujer, ¿y ahora? Solo te descartó como perrito con sarna, te dije, boludo, te dije, todas son veneno y más las cuarentonas con sus hormonas locas

— Es que se notaba diferente, aún no lo acepto

— ¿Aún la quieres cierto?

— La amo, Tincho...

Martin sintió pena por él y le dio palmaditas en su espalda.

— Ya la superarás, si quieres vamos por una cariñosas el viernes, yo invito

— Gracias

Cuando eran las 5 de la tarde, Manuel recién llegó a su casa. Se sorprendió de ver a su padre en la sala en vez de ir al trabajo pero no le hizo caso. Micaela también estaba allí pero simuló no tomarle importancia.

— Manu, ven aquí —El padre lo llamaba con su voz grave de autoridad y Manuel se acercó— queremos decirte algo

Manuel sintió curiosidad. Micaela tenía la mirada baja como si estuviera un poco avergonzada y eso aumentó más la duda.

— ¿Qué pasa?

Micaela y Ethan se miraron por un segundo, ella se notaba un poco nerviosa a lo que decidió dejar que Ethan hablase por ella mejor.

— Tu madre está embarazada

La sorpresa fue tan grande que Manuel no podía hablar si quiera.

— ¿Te agrada la idea? —Ethan sonreía— Seré padre de nuevo

— Qué bien —Decía Manuel inexpresivo— Seguro mi hermano tendrá mejor vida de la que yo tuve

Dijo y después se fue a su habitación. Entonces ese era la razón por la cuál Micaela se comportaba fría con él. Estaba embarazada.

Manuel comprendió que su aventura con su madrastra terminó de una vez por todas con tal de no empeorar el círculo familiar de su hermanito.

Tú me entiendesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora