❝Tocame, besame, amame, usame. Cari☆o; Se el primero el hacerlo.❞
Para Cha Eleonor, fue fácil casi todo, incluso llegar a ser chef.. menos el amor.
Kang Tae Moo no tenía tiempo para el amor.. ¿No son similares?
Kang Tae M...
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DESDE QUE CONOCÍ A Ha- ri, mi vida se volvió mas linda.. Ella es el tipo de amigas que te aconsejan cuando te rompen el corazón, cuando te enfermas, te visitan.. ella es el tipo de amigos, que todos quieren.
-¿Que piensas?
Min Woo se sentó a mi lado, mientras me quitaba mi lata de cerveza.
-¿Por que no me dijiste que Kang Tae Moon es tu jefe?
lo mire fulminante, llevándome ambas manos a la nuca.
-No me preguntaste.. ¿Tienes problemas con el? Creí que tu padre era amigo de los padres de el..
Es verdad, no le había dicho p cuestionado nada del empleo, y seguro ya había metido a Ha-ri en problemas.
-Sí, lo eran.. Pero nunca supe nada de Kang, o no después de lo de sus padres.
-¿Entonces? Podrías hacer las pases y.. ya sabes, incluso podrían hacer algo..
lo mire, arque mi ceja curiosa. Aunque estaba segura que eso es, sera, era imposible desde ese día que me escape.
-¿A que te refieres?
Tome nuevamente la lata de sus manos, cruce mis piernas y me recargue en el frio mármol de la mesa.
-Yah.. Pues a negocios.. O quizás puedas olvidarte de Yeong-Min ..
-¿Olvidarme? ¿Que?
abrí mis ojos por la sorpresa, ¿Desde cuando el sabía eso?
-¿No sabes que pronto se casará? se que te gusta desde la preparatoria.. ¿No crees que es mejor alejarte?
dijo con suavidad, aunque siendo realistas, por más cuidadoso que sea, el enterarme que el se casara no era lo mejor. No ahora, que sentía que todo se me escapaba como agua de las manos. No ahora que mi lugar en el mundo, me lo quito.. Me lo quitó alguien mejor que yo.
-¿Se casara? Ah..
susurre, termine mi lata y guarde mis lagrimas de un trago. Siempre soñé en ser alguien en la vida de Yeong-Min, pero este solo me veía como una conocida, compañera de escuela, un recuerdo que no le traía ninguna sensación al pensarlo.. Que para mí el era el mundo entero, y para el solo era la estrella que se extinguió antes de conocerla, esa que su brillo es viejo y opaco y que a nadie le da ni le quita.
-De hecho ya envió a la mayoría las invitaciones... ¿Aún no la tienes?
negué cabizbaja, el acaricio con cariño mi espalda y dejo un beso en mi cabello revuelto por todo el caos de la tarde.
-No... Bueno, vere si alguna de mis compañeras quisiera ponerse en mi lugar en el trabajo.. ¿Te veo mañana?
este me dio una sonrisa rara, que no entendí. Solo me limite a sonreír de la misma manera, intentando olvidar todos esos malos ratos y pensar que el día se acabo ya.
