☆Yandere Boy☆ [Bill Kaulitz]

Capítulo V

*Narra Emma*

Eran las 2:00 A.M. Hace 5 minutos que había llegado a mi casa, estar con los chicos se me había pasado muy rápido que no me dí cuenta de la hora. Menos mal que vivo sola, si llegan a estar mis padres me dejan en la calle. Estaba cansada, mental como físicamente. Estar corriendo por las calles después de un duro y cansado día de escuela acaba agotando.
Me puse mi pijama corto y me metí a la cama. Ya me desmaquillaria a la mañana siguiente. Apagué la luz y cerré mis ojos para dormir. Tardé poco en caer rendida ya que, como mencioné anteriormente, me encontraba muy cansada.

[...]

Me encontraba en el instituto, cuándo llegué allí? Estaba parada, en medio del pasillo principal. Entonces veo como un chico pelirrojo, alto e imponente sale de un aula. Se para enfrente mía, mirándome con sus enormes ojos, no apartaba la mirada. Unos segundos después, veo que se inclina hacia adelante, y cae de bruces al suelo. Detrás de él, había otra persona, llevaba algo en la mano.... Lo había matado?! Yo quería moverme, pero mi cuerpo no me obedecía. El chico se percata de mi presencia y corre hacia a mí.

Entonces veo todo negro, y en unos segundos abro los ojos. Todo había sido una pesadilla. Estaba sudando completamente, así que retiré las mantas que había arropandome. Qué hora era? Agarré mi teléfono y suspiré aliviada, todavía quedaba una hora para entrar al instituto. Me tumbé boca arriba mirando hacia al techo, me quedé reflexionando sobre la pesadilla que había tenido.... Normalmente no me acuerdo de lo que sueño, eso es muy extraño. De repente me percato de algo, un dolor en el estómago. Me senté en la cama, lo que me provocó más molestia y me dirigí al baño. Allí alcé mi camiseta hasta poder ver mi estómago. Qué narices era eso?! Tenía moratones! También chupetones.... Quién demonios hizo eso?! Yo no me había acostado con nadie esa noche! Estaba asustada, pero con ello no ganaba descubrir quién me hizo tales marcas. Me heché una pomada en los moratones y empecé a prepararme para la escuela.

La ropa que me pondría hoy me costó bastante decidirla, pero después de montar un montón de conjuntos me decidí con una falda negra corta y una camiseta de manga corta gris con una corazón pequeño blanco en el medio. De accesorios me puse un cinturón, unos guantes negros sin dedos y varios collares y pulseras. Me puse unas botas negras altas  y ya estaba lista.
C

uando me vestí me iba a maquillar, pero decidí que al final no, simplemente no me apetecía. Me quité el maquillaje del día anterior porque parecía un mapache.
Después bajé a desayunar, no tenía hambre por lo que solo me comí una manzana. Todavía quedaban 20 minutos para el inicio de clases. Mi casa estaba a 10 minutos de la escuela caminando, así que decidí irme ya, y así me quedarían 10 minutos para charlar y hacer amigos.

Al llegar saludé al portero amablemente y me dirigí a mi clase. Allí estaba Ginny, y otra chica rubia de ojos azules con la que estaba hablando. Dejé mi mochila colgada en mi silla al lado de la de Ginny y me senté.

-Hola Ginny!
-Hola Emma! Emma, ella es Luna, Luna, ella es Emma.
-Encantada Luna.
-Igualmente. La voz de Luna era dulce y hablaba muy bajito, todo lo contrario a la de Ginny, que aunque era bonita, imponía respeto.

Cuando empezó la clase nos la pasamos hablando. Tantas veces nos regañó la profesora, y tantas veces hicimos caso omiso que nos acabó echando a las 3 al pasillo. Solo rezabamos por que por ahí no pasara el director, ya que nos iría peor.
En el pasillo seguíamos hablando, solo que más bajito para que la profesora no nos mandara donde el director.

-Sabeis que dicen que si recuerdas lo que soñaste es un adelanto del futuro o una señal? Dijo Luna.
-Enserio?! Pues yo soñé que me hacía millonaria. Espero sea verdad. Nos reimos las tres bajito. Aunque me dí cuenta de algo, recordé la pesadilla de esta noche, recordaba todo a la perfección, será verdad lo que dice Luna? Yo solo espero que no.
Ya habían pasado como 30 minutos, la clase acababa en 15. Nos encontrábamos sentadas en el suelo y con las espaldas apoyadas en la parez. Seguíamos charlando alegremente, ya nos daba completamente igual la clase. Yo me retiré de la parez y me senté en frente de Ginny y de Luna para escucharlas mejor, por lo que estaba de espaldas al pasillo.
-Y por eso creo que- Estaba hablando Ginny cuando en seco deja de hacerlo.
-Y por eso crees que?….. Dije dándole a entender que continuara. Ambas estaban mirando algo detrás mía.
Giro mi cabeza y veo unas piernas, subo mi mirada para ver el rostro de esa persona.

-Hola Bill! Él tenía la mirada tensa en dirección a mis amigas, pero cuando lo saludé relajó la mirada para mirarme a mí.
-Hola Emma... E hizo una pequeña sonrisa. -Y... Qué haces aquí fuera?
-La profesora nos sacó por andar hablando. Y tú?
-Me escapé.
-Ah, qué bien. Nos vemos en el recreo?
-Sí.... Y se alejó.
-De qué lo conoces Emma?! Preguntó Ginny.
-Es gemelo de un chico de la banda, y lo ayudé el primer día, lo estaban molestando.
-Pobrecillo... Pero Emma, es un poco raro, y da yuyu.
-Ya, pero cuando lo conoces es majo. Os animáis a conocer a los de la banda en el recreo?
-Tú que opinas Luna?
-Por mí sí.
-Pues sí.

Se había pasado la primera hora, y la segunda. En la segunda ya no nos sacaron ya que la profesora de francés está un poco sorda y no se entera de nada.
Ahora tocaba educación física, bueno, aunque yo me libraba, ya que me apunté a la banda del colegio que ensayaban a la misma hora para librarme. No soy gran fan de los deportes. Yo no sabía tocar ningún instrumento, pero elegí el clarinete para probar.
Por desgracia había que ir en el horrible uniforme pero bueno. Allí no conocía a nadie, o eso creía. Estaba intentando saber como tocar el clarinete cuando alguien me toca el hombro. Me giro y ahí estaban Georg, y detrás suya Bill.
-Ah, hola chicos! No sabía que estabais en la banda.
-Qué va, ni siquiera se tocar la trompeta, es para librarme de educación física. Dijo Georg enseñando la trompeta que tenía en las manos.
-Ya, ni yo el clarinete, tampoco quiero hacer educación física. Y tú Bill?
-Más de lo mismo....

Empezamos a tocar alguna canción que yo no me sabía y que tampoco sabía tocar. El clarinete estaba pitando todo el rato, sonaba horrible pero bueno, me da igual. También se escuchaba como si fueran pedos, pero eran Bill y Georg con la trompeta.
Al finalizar ya me iba a cambiar cuando me llaman, era el director (de la banda). También estaban Bill y Georg.
-Chicos, me he percatado de que no estáis tocando lo que los demás, además, estáis super desafinados, tenéis que mejorar.
-Sí?! Tenemos que mejorar?! Me puse tensa, odiaba que me dijeran qué hacer.
-Sí, señorita Müller, sobre todo usted, el clarinete pita más que suena.
-Osea que tengo que hacer lo que tú me digas?! Me iba acercando poco a poco a él.
-En plan TÚ no tienes que decirme que hacer!! ERES UN CAPULLO DE MIERDA!
-Señorita ese vocabulario no es el adecuado!
-VALE, MEJOR! GILIPOLLAS! JÓDETE! Y eso pasa si no me tomo las pastillas. Yo tengo problemas de ira. Lancé el clarinete lejos por el campo de futbol que cuál se clavó en el suelo.

Salí de ahí dando pisadas fuertes y retirando todo lo que me estaba por mi camino. Seguramente me llevarían donde el director, pero tengo excusa.

*Narra Bill*

Lo que acaba de hacer ha hecho que me vuelva loco por ella completamente. Es peligrosa pero a la vez linda, es simplemente perfecta.
-Qué cojones?... Dijo Georg confundido.
Yo solo tenía una sonrisa en mi rostro.
Porqué ella?! No sé que tenía pero estaba loco perdido por ella, no lo puedo negar. Debo protegerla ante todo será mía. Y a la mínima persona que la lastime la mataré.