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Después de una larga noche, todos seguían dormidos. No había ningún solo ruido en el ambiente.

Eran las 4:00am y Dream no pudo tener mejor idea que ir por un vaso de agua.

Se levantó despacio para no despertar al pelinegro y comenzó a caminar hacía la cocina sin imaginar quién se encontraba ahí.

— Oh, ¿Señora?

— ¿Dream? ¿Qué haces despierto?

— ¿Usted qué hace despierta?

— Vine por un vaso de agua, desperté con mucha sed. — Respondió.

— La entiendo, yo igual. — empezó a reir.

— Dime, ahora que estamos solos... —Comenzó a servir agua en su vaso. —¿Qué traes con mi hijo?

— ¿Con su hijo? nada... ¿porqué?

— Me doy cuenta en las miradas que se dan, como se tratan, su manera de actuar, George nunca fue así con nadie, primera vez que lo veo tan... sobreprotector, atento, cariñoso.

— Mhm... pues nos estamos conociendo con su hijo, me parece la mejor persona que conocí hasta ahora, la más increíble, la más amable, el más lindo.

— Me alegro. Solo espero que si terminan juntos, lo cuides, lo protejas, lo respetes, y trates de entenderlo. Es una persona con un carácter difícil pero contigo sé que se controla, por eso, solo pido que lo hagas felíz.

— De eso no se preocupe señora, tengalo por seguro que lo haré más que felíz.

La pelinegra no aguantó y fue a darle un abrazo a Dream.

— Gracias. — Dijo.

— ¿Dream?

Ambos se soltaron del abrazo y voltearon a ver a George quién se encontraba sonámbulo parado en el marco de la puerta. 

— George qué haces aquí. — Dream negó con la cabeza mientras reía y se llevaba del brazo al pelinegro. — Buenas noches Señora!!

Después de dos días...

—  Adiós, Adiós, ya váyanse que el taxi los dejará!!

— Solo lo dices para que puedas estar solo con tu noviecito. — Habló Hanna.

— Hanna!! ya verás a fuera. — Respondió el papá.

Dream reía silenciosamente en la sala.

George terminó por cerrar la puerta y suspiró cansado.

— Por fin.

— Que malo, son tu familia.

— Los puedo ver por videollamada, pero convivir con ellos por más de un día NO.

Dream abrazó por detrás al pelinegro y apoyó su mentón en su hombro.

— Dime, ¿que harás en tú cumpleaños?— Preguntó Dream.

— ¿Cumpleaños? Te acordaste.

— Obvio, lo tengo apuntado en notas.

— Mmm... no lo sé, tal vez pasar todo un día contigo... sería un buen regalo.

— ¿Enserio? pensé que escogerías tal vez ¿una fiesta? ¿salir? pero, ¿un día conmigo?  

— Sí. ¿Porqué no? — George volteó a verlo y le sonrió.

Entonces Dream ya estaba planeando una de las mejores ideas...

•••

Habían pasado unos cuantos días y hoy finalmente ya era el cumpleaños de George.

El rubio compró una torta al regreso de su trabajo para sorprenderlo.

— ¿George? — Preguntó mientras iba hacía el cuarto.

La puerta se abrió mostrando a un pelinegro recién levantado.

— FELÍZ CUMPLEAÑOS!!

George sonrió y abrazó al rubio.

— Muchas graci-

— Alístate que nos vamos en 20 minutos!

— ¿A dond-

— SOLO HAZLO.


Roommate.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora