Primo Adoptivo [JiKook]

Tres🐥

Y el grandulón esta mirándome.

Camino incómodo hasta quedar frente a Namjoon, me mira tallando sus ojos por debajo de sus gafas e intento no mirar a su amigo directamente.

—Jimin, el café esta recién hecho, ahora que hay más personas se acabará si no te sirves ahora mismo. —alza la voz Jin desde la cocina.

Le sonrio a Namjoon e intento sonreirle a su amigo pero no me mira de momento. Camino arrastrando los pies hasta la cocina. Busco mi taza preferida pero no esta por ningún lado. Jin nota que busco como sabueso por todos lados y sorbe de su café instintivo. Se sienta en la barra frente a su hermano y la visita y es cuando noto que el castaño tiene mi taza azul. Me siento herido por unos segundos pero no digo nada. Maldito Jin lo sabía y no me dijo nada ni a él.

Me siento en la barra con una taza blanca llena de café y el silencio en la barra es terrorífico. Nam y Jin se lanzan miradas "disimuladas" para que uno de los dos haga conversación. Unos ojos verdes miran mis manos o tal vez la taza que no es azul. Me siento incómodo sin saber por que.

—Entonces, Jungkook ¿Como estuvo tu viaje? ¿Como esta la tía Jiyoon? —pregunta Namjoon rompiendo el silencio.

—Bien, diez horas sentado en un autobús me ayudaron a mejorar mi paciencia. Y ella esta bien, manda saludos aunque esta vez no pudo mandar regalos ya que tiene los gastos de la universidad de Soobin. —contesta calmado.

—Espera, ¿Es su primo? —pregunto mirando a los tres en lapsos.

—Si, pero no.

—Explicate, flaco. —presiono a Nam para que hable.

—La tía Jiyoon lo adoptó hace algunos años después de encontrarlo solo en la calle, así que técnicamente es nuestro primo adoptivo. —interviene Jin.

—Ahora entiendo —lo miro y se nota apenado- entonces ¿su tía lo mando de visita?

—No precisamente, él se muda a Seoul pero se quedará aquí mientras encuentra trabajo y un lugar donde vivir. —ahora es Namjoon quien responde.

—Bien, bien. Espero que no te moleste que pregunte —miro directo al castaño- es solo que estos tipos son tan malditos que no me cuentan nada aunque seamos casi hermanos.

—Eres un exagerado, Jimin. Te íbamos a contar pero eres un desesperado de lo peor.

Terminamos de tomar el café mientras conversamos entre todos. Empiezo a platicar con Jungkook un poco ya que si estará aquí por mucho tiempo no creo soportar más silencios incómodos. Según lo que me cuenta tiene 24 años, le gusta el pop y quiere ser tatuador. Según mis cálculos y apreciación por el arte corporal, este tipo me agrada.

Jin sugiere que salgamos a pasear para que Jungkook, mi nuevo mejor amigo, empiece a conocer la ciudad. Me parece una idea estupenda y agrego que al terminar el paseo vayamos a mi casa a ver películas de terror y comer pizza o alitas. Todos aceptan alegres incluso Jungkook quien ahora camina junto a mi y me hace ver como una maldita anchoa.

Salimos del edificio donde los chicos viven y de inmediato puedo notar lo común que es el paisaje para mi y lo extraño que debe parecer para el primo adoptivo de los Kim.