Después de viajar a través de medio país junto a Joel y Ellie, nos asentamos en Jackson, tratando de dejar atrás tanto caos. Por un tiempo, las cosas parecían mejorar y esa nueva conexión con ella en mi vida se convirtió en lo más importante para mí...
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La noche cayó sobre Jackson, y la fiesta o baile, estaba en pleno apogeo. El lugar elegido para el evento era lo que suele ser el comedor, pero esta vez mas decorado para la ocasión, con luces colgantes que iluminaban suavemente el ambiente. Mesas y sillas estaban dispuestas alrededor, donde los residentes de Jackson se reunían para disfrutar de la ocasión.
El ambiente era cálido y acogedor, con risas y conversaciones llenando el aire mientras la gente charlaba, reía y compartía historias. Algunos niños jugaban cerca, mientras que otros se aventuraban a bailar en el espacio habilitado para ello.
Bebía algo que me habían servido en un vaso y observaba a las personas a mi alrededor. La música fluía suavemente, pero de vez en cuando tomaba un ritmo más animado, incitando a algunos a moverse.
Mis ojos recorrieron la sala, observando a las personas que charlaban y disfrutaban de la velada. Entonces, la vi a ella. Estaba en la distancia, luciendo como siempre, con ese aire desenfadado que le caracterizaba.
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—Se ve linda como siempre. – Pensé, incapaz de evitar admirarla.
Era imposible no notar lo hermosa que se veía, pero rápidamente aparté la mirada cuando sus ojos se encontraron con los míos. ¿Cómo era posible que después de todo lo que habíamos vivido, nos hubiéramos convertido en dos simples extraños?
La respuesta estaba clara en mi mente, aunque me doliera admitirla, el nudo en mi garganta no desaparecía.
De repente, alguien tocó mi hombro, y al voltear, me encontré con Dina. Estaba algo alegre, probablemente por el alcohol, y me sacó charla. Mantuvimos una conversación trivial durante un rato hasta que, como si hubiera estado esperando el momento adecuado.
— ¿Recuerdas lo que te dije? – Preguntó Dina, con una sonrisa traviesa en los labios.
— ¿A qué te refieres? – Respondí, confundido.
Dina rió suavemente y asintió hacia la pista de baile.
—Te dije que, si te veía en la fiesta, tendría que sacarte a bailar.
