Cᴀᴘɪ́ᴛᴜʟᴏ 21 || " Plática "

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Y ahí se encontraba, tratando de soportar las pesadas miradas interrogantes de su padre y hermano. Llevó su décimo sorbo de su jugo de naranja a sus labios queriendo terminar de cenar e irse directamente a su habitación y así huir del interrogatorio policial de su amada familia. Dejó el vaso vacío en la mesa, dio una última mirada a su plato completamente limpio, bien era hora de escapar. Al momento de poner sus manos en la orilla de la mesa para poder levantarse e irse su padre rompió el silencio.

— ¿Quién era ese chico? — Interrogó de primeras Timba viendo como su hijo volvía a sentarse haciendo una mueca de resignación.

Tal vez Sparta debió irse y encerrarse en su habitación sin cenar apenas entró a casa, ahora se arrepentía de no haberlo hecho.

— Nadie, solo me trajo a casa. — Susurró con fastidio, aunque fue lo suficientemente fuerte para ser escuchado.

Sparta comenzó a jugar con sus manos evitando el contacto visual. No quería mirar su perdición. Timba, por su parte, arrugó el entre cejo incrédulo, no es que sea un padre celoso ¡No, para nada! Pero esa mirada que el chico desconocido le había otorgado a su bebé no le daba precisamente confianza.

— Aja ¿y por eso te regalo su chaqueta? — Continuó con la interrogación cruzándose de brazos completamente incrédulo.

— ¡Se la voy a devolver! — Exclamó apresurado, no quería que su padre malinterpretara las cosas.

— ¿Por qué no se la diste al momento? — Y el interrogatorio seguía.

Sparta soltó un quejido fastidiado, echó su cabeza hacia atrás recargando todo su cuerpo en el respaldo de la silla. No saldría de esa mesa tan fácil.

— Se la quise dar pero me dijo que se la diera después. — Llevó sus manos a su boca al escuchar lo que había dicho, el interrogatorio se haría más largo.

— ¿Después? — Enfatizó está vez su hermano quien se mantenía en silencio analizando la situación.

El castaño llevó su mirada a la de su hermano para después mirar a su padre buscando una excusa lo suficientemente buena para salvarse.

— Es un conocido. De un conocido. — Excusó.— ¡Dejen de mirarme así me ponen más nervioso! — Golpeó su cabeza contra la mesa sin pensar en el dolor del golpe solo queriendo huir de las miradas de su hermano y padre.

— Espera un segundo. ¿No dijiste que irías con Flex? ¿Qué hacías con otro chico? — Sparta deseó en ese momento ser hijo único.

Alzó la mirada hacia su hermano mayor dándole una sonrisa completamente linda y amable. Victor sintió escalofríos al ver esa sonrisa, si ese chico no fuera su hermanito menor esa sonrisa le hubiera parecido tierna, pero para su desgracia sabía que ese lindo gesto ocultaba mil maneras de venganza.

— Y ahora resulta que le metiste a tu hermano para escabullirte con ese malandro. — Su padre parecía más dramático de lo usual.— Sparta, yo no te crié así. — Bajó la mirada negando como si estuviese decepcionado, cosa que no pero el drama lo hace más divertido.

— Papá, sí estuve con Flex todo el día, no le mentí a Víctor. — Explicó.— Vic me llamó en la tarde y dijo que le chocaron el auto, Flex me ofreció quedarme en su casa porque quedaba cerca y ya era tarde y tampoco había llevado su moto, yo de pendejo le dije que no, así que empecé a regresar a casa a pie y unos verdaderos malandros me quisieron asaltar ¡Y por obra del espíritu santo! Raptor apareció con esos aires de egocentrismo y creyéndose un héroe, se ofreció a llevarme a casa acepté por qué no quería que me asaltaran o hicieran algo en medio de la noche. ¡Solo quería llegar a casa! — Y la bomba explotó.

↱ ¡Quiero La Revancha! - [Spartor]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora