Y cómo siempre, el universo pareciera como si estuviera en contra de uno.
— Ari, harás el trabajo con Andrés. — Esas malditas palabras y conspiraciones del mundo con él.— Esas serán las parejas para este proyecto y antes de que digan algo o se quejen: No hay cambios de pareja y al que se le ocurra intercambiar parejas, por muy buen trabajo que hayan hecho, no tendrá calificación. — Sentenció.
¡Genial! Ahora tenía que lidiar con ese insoportable por quien sabe cuánto tiempo.
Respiró profundamente cerrando sus párpados mientras echaba con frustración su cabeza hacia atrás. Rezando a algún dios siendo ateo.
— El trabajo será la mitad de su calificación, es su proyecto final. Lo anuncio a principios de año para que empiecen y no lo dejen a lo último. — Dio una mirada despectiva hacia todo el salón.
Aún sabiendo a quien iba dirigida esa mirada.
Sparta solo rodó los ojos mirando a su compañero de al lado; Diego, quién solo mordía sus labios tratando de ocultar su sonrisa.
— Esa mujer te odia. — Murmuró Andrés cubriendo su boca para que la docente lo pasará desapercibido.
— No es mi culpa. — Imitó la acción del castaño recibiendo una mirada incrédula.— No del todo y lo sabes. — Se rindió cediendo un poco.
Andrés solo se tragó su risa de burla.
— Bien, sabiendo esto, les daré las especificaciones de lo que van a hacer. — Y de ahí la clase y explicaciones fueron normales.
Al menos para el resto.
Esa maldita mirada de color verde esmeralda penetrante no le dejaba poner atención. Lo sentía en la nuca, pareciera que quisiera ver todo en él, desnudar su alma solo para saber lo que piensa. Los latidos de su corazón resonaron más que la clase misma haciendo que la voz de la docente pasará a segundo plano.
— Dios, haz que está tortura acabe. — Petición que no fue escuchada.
Esa mirada seguía en su persona.
He ahí la razón del por qué era ateo.
Guardó sus cosas al momento que el timbre había sonado para salir de ahí lo más rápido posible. Lo que Andrés menos quería era encontrarse con ese chico de ojos penetrantes.
Sin embargo, y para su sorpresa, el chico simplemente había tomado sus cosas, le dirigió la mirada, le dedicó una sonrisa y salió del lugar dejando a un Andrés petrificado, sorprendido y muy, MUY confundido.
Cómo si el mismo Sparta no esperara esa reacción.
— ¿Qué pasa? — La voz de Diego le hizo voltear a verlo.
— Nada, solo Raptor ¿Él me ignoró? — Cuestionó con el ceño fruncido. Quería confirmar si ambos habían notado lo mismo.
— No diría que te ignoró; te sonrió y se fue, si te hubiese ignorado ni siquiera te habría mirado. — Dijo con simpleza cerrando su mochila.— Además, te recuerdo que "Sparta" le pidió que te dejará de molestar ¿No eras tú él que lo quería lejos? — Recordó divertido comenzando a caminar hacía la salida.
Andrés arrugó más su entrecejo soltando un tipo de gruñido molesto, colgó la correa de su mochila en el hombro izquierdo siguiéndole el paso a su amigo de hebras azabache y puntas teñidas de azul.
— Lo quiero lejos. — Respondió.— Solo pensé que pondría como excusa el estúpido proyecto de la maestra para hablarme. — Excusó.
— Andrés, eres mi amigo y sabes que te apreció. — Andrés conocía ese tono suave y arisco a la vez, venía un golpe de realidad.— Pero no vas a ser el centro del universo. — Ahí estaba.— Ari quiere hacerse tu amigo, para no decir que quiere llevarte a la cama o ser algo más, pero no siempre serás su foco de atención.
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↱ ¡Quiero La Revancha! - [Spartor]
FanfictionLas carreras de motocicleta, parecen emocionantes y locas, con mucha adrenalina. Y en cierta forma, pueden combinarse con ciertas emociones formando una gran experiencia y Gran historia detrás de ello. Una historia con adrenalina, emoción, pasión y...