·1313·

55 3 7
                                    

-Lo siento mucho.-Dijo la bibliotecaria.-No ha venido nunca ninguna Agata por aquí.

Salí de la biblioteca chafada, había estado toda la tarde de ese sábado preguntando por mil lugares por alguna Agata o Amber para poder recoger algo más de información, pero era totalmente imposible. Me rendí por el momento porque se acercaba la hora de ir junto a Taesan, tenía esperanza de que él hubiera podido conseguir descubrir algo de alguna de esas dos mujeres.

-Pareces cansada.-Dijo el hijo de Miquel Han mientras se abrochaba el cinturón del coche.

-He tratado de buscar a Agata y a Amber.-Confesé.-Pero no he encontrado nada.

-No te preocupes por eso ahora, vamos a relajarnos... Te llevaré esta vez a un sitio más romántico.

Así fue cómo me llevó a un precioso restaurante que parecía no ser nada barato, pero al menos tenía unas vistas preciosas de la ciudad. Al parecer, había reservado todo el lugar para los dos, pues era consciente de que podría correr demasiado rápido el rumor de que habríamos ido juntos.

-Muchas gracias por todo esto, Taesan.-Le sonreí.-Las vistas son alucinantes, la comida está deliciosa y, además, estamos totalmente solos.

-Quería que fuese especial.-Dijo el chico.-Después de haberte besado por primera vez en un cementerio, debía lucirme un poco más... También quería conocerte más a fondo.

-¿Qué quieres saber de mí?

-Háblame de tu vida amorosa.

-Joder.

-¿O es que estás en sequía?

-¿¡Perdona!?

-Habla ahora o calla para siempre, pijita.

Le fulminé con la mirada y él le dio un sorbo a su copa de vino mientras reía y me guiñaba un ojo. Era imposible hacerle creer a la gente que no me había parecido la escena más atractiva del mundo, pues él tenía mucha carisma y, encima, le sobraba belleza.

-¿Por qué no hablas tú primero de la tuya?-Pregunté.

-Porque yo soy el que manda aquí.-Respondió seguro de sí mismo.

-No lo creo.

-Está bien, entonces me marcharé y volverás a casa por tu cuenta.

-¡Pero si estamos en otra ciudad distinta!

-Qué inocente eres, Blondie... Adelante, soy todo oídos.

-He estado con algún chico.

-No lo dudo, te he visto más de una vez por los pasillos con ellos.

-¿Entonces?

-¿Has tenido alguna vez algo serio con ellos?

-No del todo.

-¿A qué se debe?

-Solamente se fijaban en mi físico y en mi dinero.

-Es toda una putada, menos mal que salí del punto de mira, sino seguiría igual que tú.

-Es una mierda... Me hace sentir como un objeto.

-Puedo asegurarte de que tienes un corazón precioso.

Me sonrojé y le di las gracias, podría morirme ahí mismo. Ese chico empezaba a gustarme de verdad, sobre todo porque no le veía siendo un baboso conmigo como el resto. Por primera vez en mucho tiempo, un hombre quería desnudar mi mente y no mi cuerpo. Me estaba haciendo sentir bonita y especial, y eso me encantaba en él.

-Ve a la terraza.-Me dijo levantándose de la mesa.-Iré al baño... Y no te preocupes por el precio, he pagado yo todo.

-¡Taesan! ¡No tenías por qué!

-Sin rechistar.

Me dio un pequeño empujón para que fuese a la terraza, por lo que yo obedecí y esperé hasta que volvió del baño. Taesan me abrazó por la cintura mientras besaba mi cabeza y observaba las luces que iluminaban las calles, todo estaba siendo precioso.

-¿Sabes una cosa, Addie?-Me susurró al oído.-Siempre me has gustado, desde que éramos unos críos. Siempre te vi como alguien superior a mí, quiero decir, has sido por muchos años la chica más guapa del instituto y, ahora, de la universidad. Veía que todo hombre que pasaba por tu lado se quedaba embobado contigo y yo fui una víctima más de tus encantos. Había rumores de que, para ser tan mona, eras increíblemente maja y eso me atraía más a ti. Pasé muchos años callado hasta que, finalmente, me vi con fuerzas de intentar captar tu atención y... Bueno, parece que no ha salido tan mal como había pensado, ya que te tengo aquí entre mis brazos.

-Taesan, yo...-Dije empezando a tener complicaciones para respirar.

-Por favor, déjame hablar a mí primero... No sé qué tienes, Williams, pero haces que mi corazón arda con cada mirada que me lanzas, y tus besos... Joder, me llevan a otra galaxia. Me vuelvo loco cada vez que vuelvo a casa y mi ropa huele a ti, te juro que estoy perdiendo la cabeza. Me tienes embobado, Addison, estoy completamente obsesionado contigo.

-No sé qué decir...

-Solamente dime una cosa, ¿si? Addison... ¿Te gustaría ser mi novia?

Me quedé helada. Mi corazón latía con muchísima fuerza, no podía casi creer lo que estaba ocurriendo. Nunca había tenido nada serio con nadie, pero esa podría ser mi oportunidad. Ya no solo porque fuese estable económicamente, ya que eso es en verdad lo de menos, sino porque me había demostrado que realmente le gustaba todo de mí.

De golpe, me vino una imagen de un hombre que supuse que sería Taehyung Kim discutiendo conmigo. Lo siguiente que vi fue cómo le daba un bofetón al que parecía ser su hijo Garnet y me asusté tanto que sorprendí también al chico que estaba abrazándome.

-¿Addison?-Me llamó.-¿Todo bien?

-Sí, sí...-Respondí.

-Dime, ¿aceptas?

Recordé una vez más las palabras de Jaehyun advirtiéndome que tuviera cuidado con él. Volví a decirme a mí misma que mi amigo jamás podría llegar a mentirme con algo así y que si me lo decía, era por un buen motivo.

-No puedo hacerlo, lo siento...

Los brazos de Taesan se aferraron más a mi cuerpo con tanta fuerza que impedía que pudiese mover mis brazos. Su respiración empezó a acelerarse y yo comenzaba a sentir un pánico que no me permitía reaccionar ante nada. Parecía que se estaba enfadando y que nada bueno ocurriría más tarde.

-Sube al puto coche ahora mismo.

Circles [Taesan & Jaehyun]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora