·1616·

53 5 3
                                    

-¿¡Has perdido la virginidad con Taesan!?-Exclamó dándole un golpe a su piano y dejando que las notas presionadas sonasen como un momento de tensión de una película.

-Así es.-Respondí tratando de mostrarme fuerte, a pesar de que me doliesen ese tipo de situaciones con amigo.

Él empezó a maldecir en voz alta, pero me contuve antes de replicar nada. En poco tiempo había aprendido a no dejarme llevar por mi impulsividad y esa situación hizo que me diese cuenta de ello, lo que provocó de nuevo aquella sensación de algo renaciendo en mí.

-¿¡Es que él es mejor que yo!?-Dijo al fin, arrepintiéndose al segundo de haberlo gritado.

Corrí a abrazarle con fuerza, esa reacción que estaba teniendo venía de su "yo" del pasado o, quizás, de alguna otra vida en la que se sintió inferior a alguien. Fuese lo que fuese, supe al momento que debía ayudarle a sanar aquella herida.

-Jaehyun.-Le llamé.-Nadie es mejor que tú, ni si quiera Taesan.

-¡Él siempre ha sido mejor que yo en todo, joder!-Continuó gritando entre mis brazos.-¡Incluso en el puto amor! ¡Y con mi mejor amiga!

-Tú no eres Taesan, él jamás será tú y eso está bien. Ambos tenéis cualidades que os hacen únicos en vuestra especie y os adoro tal y como sois, ¿sabes? En ningún momento serás reemplazado por él, tú eres el único hombre en el que confío plenamente y a él le conozco desde hace una temporada. Crees que él es superior a ti porque no eres capaz de ver lo que realmente vales, pues los dos sois necesarios por igual.

Mi mejor amigo se me quedó mirando como si estuviese loca pero, a su vez, veía cierta comprensión en sus llorosos ojos. Comenzó a sollozar y me abrazó con más fuerza, ocultando su rostro en mi cuello. Entendí esa otra reacción, estaba expresando cómo se sentía después de haber tocado aquella herida que guardaba en algún rincón de su alma.

-¡Tengo mucho miedo de perderte!-Gritó.-¡Temo que te puedas ir con él y me dejes solo! ¡Eres esencial en mi vida y no puedo permitir que Taesan me quite lo que más quiero!

Ahí estaba, finalmente consiguió expresar con palabras todo el huracán de emociones que tenía dentro. Acaricié su cabeza hasta que terminó de sollozar y se tranquilizó, parecía un adorable bebé.

-Escucha.-Susurré.-Todos estamos aquí por algo, todos tenemos una misión. Mia ha dicho muchas veces que nuestro deber es crecer y evolucionar, siempre escogiendo el amor y la felicidad. Taesan y tú sois iguales, tenéis el mismo propósito, así que debéis estar unidos en esto. No te digo que debas hacer las paces con él, en absoluto, pero sí que deberías tratar esas cicatrices que han quedado en tu corazón para poder vibrar más alto.

-Ya hablas como Mia.-Susurró en un suspiro.

-¿Sabes? Quizás Mia no está tan loca como creíamos, últimamente veo cada vez más claro todo lo que alguna vez mencionó.

-Puede que tengas razón...

-Estoy muy orgullosa de ti y de todo lo que has estado consiguiendo.

-No habría sido posible sin tu ayuda.

Besé su cabeza delicadamente y nos quedamos en silencio todavía abrazándonos por un par de minutos más. Sentí una vez más aquella sensación de algo renaciendo, la cual empezaba a relacionar con el proceso de sanación. Levanté la mirada y vi a Mia en la puerta observando la escena con una sonrisa.

-¿Alguien ha dicho que tengo razón?-Preguntó de la nada, asustando a Jaehyun.

-¿¡Cuánto tiempo llevas ahí!?-Se quejó él.

-El suficiente para confirmar, una vez más, que vuestra conexión es de vidas pasadas.

-Tú lo que necesitas es un psiquiatra.

-¿Y si realmente nos conocimos en otra vida?-Dije mirándole.

Mi amigo se quedó mirando mis ojos y algo dentro de mí se ablandó. Nos sonreímos a la vez y soltamos una carcajada. Mia trató de contener las lágrimas, pues parecía que la situación le producía mucha ternura.

Después de pasar media tarde en casa de Jaehyun, decidí que era buen momento para continuar investigando. Busqué en unas ocho casas antes de llegar a la indicada, justo me había dicho a mí misma que, si no era aquella, debía marcharme y olvidarme de todo aquel tema. De alguna manera u otra, alguien me escuchó en el más allá, pues el buzón parecía indicar el nombre exacto de la persona que estaba buscando. Toqué el timbre y, cinco segundos después, un hombre con canas me abrió la puerta. Era especialmente delgado, sus ojos eran pequeños y, aunque parecía muy confundido por mi visita, se encargó de regalarme una cálida y hermosa sonrisa. Podría ser mi abuelo perfectamente, por lo que podría coincidir a la perfección con los cálculos mentales que había hecho antes de presentarme en el lugar. De todos modos, estaría a punto de descubrirlo.

-¿En qué puedo ayudarte, pequeña?-Me preguntó con un suave tono de voz.

-Buenas noches, señor.-Le saludé.-Siento molestarle a estas horas de la noche pero, ¿cree que podría resolver una duda que tengo?

-Por supuesto, dígame.

-¿Es usted Jimin Park?

-Sí, soy yo.

-¿Conoce usted a Jungkook, a Taehyung, a Agata y a Amber?

El anciano se quedó mudo y su mirada se perdió, como si miles de recuerdos estuviesen pasando por su mente. Sentí gran conmoción al ver cómo sus ojos brillaban mientras su memoria traía todo lo vivido junto a ellos. De alguna forma, también sentí que podía confiar en él a pesar de no conocerle en absoluto. Esperé hasta que volvió a la Tierra después de aquel viaje astral.

-Dios mío...Suspiró.-Llevaba tantos años sin escuchar sus nombres...

-Entonces...-Continué.-¿Los ha conocido?

-Dime, pequeña... ¿Quién eres y por qué me preguntas por esto?

-Me han guiado hasta aquí.

Sus ojos se clavaron en mi rostro, el cual analizó detenidamente antes de decir nada. Sus ojos mostraron unas pequeñas lágrimas, las cuales trató de ocultar ante una extraña como parecía que era yo.

-Pasa, joven.-Dijo.-Creo que tenemos que hablar de muchas cosas.

Circles [Taesan & Jaehyun]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora