Little Soft Kitty [Akutagawa/Atsushi & Dazai/Chuuya]

Big Terrible Tiger

Atsushi nunca terminó por comprender el porqué Akutagawa no mostraba ni un solo ápice de miedo cuando se transformaba en un gran y terrible tigre. Era extremadamente extraño para él, teniendo en cuenta de que hasta a él mismo le aterraba tal transformación feroz.

Muchas veces le llegó a consultar eso en sus peleas diarias, pero el pelinegro se hacía el desentendido, tosía, atacaba o lo ignoraba, evitando la pregunta. Cosa que lo terminó por aburrir y dejó de preguntarle.

Suspiró mientras arreglaba los documentos (que, por cierto, ni siquiera le correspondían a él, eran los de Dazai) que llevaba en mano, llamando la atención de Kyoka, que llevaba una taza de té vacía.

—¿Sucede algo, Atsushi?—Le preguntó dejando la porcelana en el escritorio.

El albino levantó su mirada, chocando con la curiosidad y preocupación reflejados en los ojos de la chica. Le sonrió y negó levemente.

—No pasa nada, Kyoka-chan—Le respondió con dulzura—. Solo estaba confundido por algo, no es nada grave.-Izumi asintió en señal de entendimiento, pero quedándose en blanco por unos segundos antes de mirar al Nakajima con sospecha y hacer una mueca de sobresalto, sorprendiendo al chico.

Kyoka se le acercó, observándolo detenidamente, como buscando alguna cosa, hasta que levantó su mano, volviendola un puño y golpeó la palma de la otra.

—¡Ya lo sé!—Exclamó de repente, justo antes de levantar su dedo de forma inquisitoria, acompañada de una sonrisa de orgullo y satisfacción— ¡Todas las señales indican que estás enamorado!

Y eso fue lo que derramó la gota del vaso.

El pobre chico gritó sonrojándose, lanzándose a la salida de la agencia para correr a tomar aire fresco por la costa de Yokohama y ver el mar. No se esperaba la respuesta de Kyoka en lo absoluto y lo único que logró pensar su cerebro fue el escapar del lugar, siendo observado de manera divertida por su mentor antes de salir.

Claro que lo último que se esperaba iba a ser encontrarse con Akutagawa en el muelle.

Cuando ambos conectaron miradas, no pudo evitar sonrojarse. "...¡Estás enamorado!" Eso era lo único que repetía su mente. ¿Del perro de la Port Mafia? No. Bueno, tal vez. Está bien, sí estaba enamorado de él, pero ¿y qué? No podía hacer nada más que intentar escapar de ahí, pero el mayor ya lo había interceptado.

—¿Qué haces aquí?—Le preguntó con agresividad, tratando de no hacer notar lo que pasaba en su mente.

—Eso debería preguntar yo, Jinko—Suspiró con fastidio, mirando a otro lado—. Dazai-san me pidió que viniese para acá. Ahora responde tú.

El albino se le quedó viendo con extrañeza. "¿Sólo por eso?" Se mantuvo callado por un tiempo.

—Quería aire fresco.—Respondió al fin antes de volver a callarse

Y se quedaron en silencio una vez más, sin saber qué decir.

Y ahí fue cuando Atsushi decidió sacar lo que tenía en mente desde hacía mucho.

—Akutagawa... ¿no le temes a Byakko?—Preguntó haciendo acoplo de todo su coraje y fuerza de voluntad, cerrando sus ojos y esperando la respuesta.

El pelinegro lo miró con confusión y curiosidad.

—¿Por qué lo haría? Es como un pequeño y suave gatito, al fin y al cabo.

Atsushi abrió los ojos de la sorpresa, topándose con un Ryuunosuke confundido, como si le acabara de preguntar algo obvio como: ¿Por qué te abrigas en invierno?

Se quedaron mirando sin decir palabra, solo escuchando el sonido de las olas y de las aves. Entonces pasó un barco por detrás de ellos.

Puede que parezca raro, pero ahí todo quedó aclarado para el más alto de los dos, comprendiendo el mensaje de la nota de su antiguo mentor. "No dudes de tus emociones y de tus opiniones. Ve al muelle de inmediato y afronta tus sentimientos. PD: Te doy mi total bendición." ¿A esto se refería? Por eso era el gran Dazai Osamu. Sus predicciones nunca fallaban, así que se arriesgaría.

Después de su revelación se acercó a acariciar su cabeza y darle un beso en sus labios, sonriéndole de manera cálida.

—Mi pequeño y suave gatito—Dijo haciéndo énfasis en "Mi"—. Estoy enamorado de ti, Jinko.

Entonces Atsushi se acercó más a él para devolverle el beso y abrazarlo en busca de calor apenas salió de su estado de shock inicial. Sonriendo ampliamente con un enorme sonrojo cubriendo su rostro al completo.

—A mi también me gustas, Akutagawa.

Y al final volvieron a besarse con el cariño y afecto recién descubierto por ambos.

Porque para Akutagawa, Atsushi era como un precioso felino inofensivo, incluso en su momento más agresivo y terrorífico. Y ahora Atsushi lo comprendía.

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Extra:

—Chuuya~ ¿No te parece que me merezco algo de crédito?—Le dijo el más alto a su compañía con un todo fastidioso.

—Cállate, Dazai.

Los dos adultos que observaban de entre las sombras estaban discutiendo de manera infantil, tratando de no ser descubiertos por sus subordinados.

—Vamos, Chibi, no te costaría nada darme algo a cambio, ¿no?—Se acercó de manera peligrosa al contrario, señalando su mejilla con expresión divertida y demandante en busca de alguna recompensa.

El pelirrojo chasqueó la lengua y jaló del abrigo al castaño, besándolo con brusquedad y con un notorio sonrojo, para ser correspondido con una gran rapidez.

—Nos vemos en mi casa a las 9 en punto, no voy a esperar ni a tolerar una demora.—Le susurró el más pequeño a su oído, jadeando por el reciente contacto y separándose de él para acomodarse su sombrero antes de darse la vuelta y evitar ver la sonrisa de idiota de su ex compañero y actual pareja.

—Considéralo un hecho.

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-841 palabras

-Se me ocurrió en medio de la noche y ta-dá! El extra es un regalito para mi querida amiga Alaska_Grd y actual compañera del fandom (porque sé que amas a Dazai y adoras el Soukoku)

-Amo este ship y sus interacciones (Los amo demasiado!(*'ᗜ'*)), así que pronto traeré más de esta bonita pareja, el Soukoku y el Ranpoe.

Espero que les haya gustado y gracias por haber leído mi intento de fic.

Me apoyarían mucho si comentaran mi historia, la compartieran o le den una estrellita.

¡Muchas Gracias!

—Misaki K.