Sσυl Σαтєя

𝘊𝘢𝘱𝘪𝘵𝘶𝘭𝘰 𝘘𝘶𝘪𝘯𝘤𝘦

⚠️ Este capítulo contiene contenido sexual explícito, vulgar, etcétera. Está destinado a lectores mayores de diecisiete años. Si eres menor de edad, te recomiendo que no continúes leyendo. Los lectores adultos pueden continuar bajo su propia discreción. ⚠️ Se dará un segundo aviso cuando se llegue al contenido explícito del capítulo ⚠️

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Cuando me desperté, mi cuerpo estaba acalorado, y mis miembros se sentían inquietos pero demasiado pesados para moverse de una vez. La conciencia no me acompañó mucho tiempo. Ni siquiera abrí los ojos, pero oí un gemido ronco que me abandonaba, y sentí unos dedos fríos que se posaban en mi ardiente frente antes de enroscarse en mi pelo húmedo por el sudor. Me inclinaron la cabeza lo suficiente como para que el agua tibia se deslizara por mi garganta, pero ya me estaba quedando dormido antes de que mi cabeza volviera a estar sobre la almohada.

Cuando me desperté de nuevo, pude abrir mis pesados párpados. Pero, dondequiera que estuviera, la oscuridad era total, tanto que ni siquiera podía ver mi propia mano a un centímetro de mi cara cuando me levanté para frotarme los ojos. No tenía ni idea de dónde estaba, pero me parecía estar en una cama desconocida. Una con una estructura demasiado dura bajo un colchón de espuma viscoelástica, pero la almohada bajo mi cabeza era suave y no olía demasiado a humedad.

La oscuridad era inquietante, haciendo que mi pecho se apretara de pánico. Oí que mi respiración se aceleraba, sonando fuerte en el silencio total. Cuando el colchón se hundió de repente en mi lado derecho, aspiré una respiración de pánico tan rápida que casi me ahogué.

Pero entonces llegó la voz baja y distorsionada de Wyn. "Soy yo

Me relajé, una parte distante de mi mente se preguntaba distraídamente cuándo aquella voz inhumana se había convertido en un consuelo. Sin embargo, no me detuve en ello. Mis dedos ya se extendían con una mente propia para aferrarse a la manga de Wyn y no estar solo en esta oscuridad absoluta.

-"¿Quieres agua?" Me preguntó Wyn, y yo asenti sin pensarlo. Pero, por supuesto, él podía verme. Segundos más tarde, unos dedos largos me acariciaron la nuca y me levantaron la cabeza, el contacto me hizo temblar. Se sentía extrañamente intimo.

Tomé unos sorbos de agua para calmar la sequedad de mi garganta, y oí el suave sonido de Wyn colocando de nuevo el vaso sobre una superficie dura. "¿Dónde estamos?" pregunté, volviendo a apoyar la cabeza en la almohada. Sabía que tenía que levantarme, pero me di unos momentos más.

Oí más que sentí que Wyn se movía a mi lado: el leve crujido de su abrigo, el chirrido de una bota cuando se inclinó hacia delante. Se oyó un suave chasquido y luego parpadeé bajo el repentino brillo de una lámpara de mesa que estaba a mi lado.

Estaba tumbado en una cama, una cama enorme con cuatro postes y un dosel, en una habitación enorme que parecía extenderse más allá de lo que la luz de la única lámpara encendida podía alcanzar, con sus rincones aún envueltos en sombras. La pared más lejana parecía ser de cristal sólido, pero había gruesas persianas metálicas sobre ella, que bloqueaban todo y cualquier atisbo de luz. Ni siquiera sabía si era de día o no.

-"Alguna casa grande y antigua". Los hombros de Wyn se levantaron en un pequeño encogimiento de hombros. Estaba sentado a mi lado en la cama, con una larga pierna doblada y la bota colgando a un lado, con la rodilla a centímetros de mi muslo. La otra seguía apoyada en el suelo. La negrura del interior de su capucha parecía proyectar sus propias sombras, o absorber cualquier luz que se atreviera a acercarse, y mientras lo miraba fijamente recordé débilmente lo que había oído justo antes de desmayarme por el veneno. Joder, ¿cuánto tiempo hacía de eso?