Sσυl Σαтєя

𝑪𝒂𝒑𝒊𝒕𝒖𝒍𝒐 𝑽𝒆𝒊𝒏𝒕𝒆

Este contenido puede no ser adecuado para todas las audiencias. Mencion de muerte, sangre, violencia, etc. Se recomienda discreción al visualizarlo.

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Después de eso, follamos cada vez que podíamos.

Teniendo en cuenta que no teníamos ningún tipo de horario, que no nos movíamos dentro de ningún tipo de marco temporal y que no teníamos una ruta adecuada trazada, eso significaba que teníamos muchas oportunidades.

Nuestro ritmo se redujo considerablemente. En un par de ocasiones encontramos un lugar donde alojarnos y nos refugiamos allí durante al menos un día, sin apenas salir de la cama. No nos cansábamos el uno del otro.

No hacía mucho que habíamos llegado a Utah desde la visita al Gran Cañón. Estábamos rodeados de formaciones rocosas de aspecto casi extraterrestre, de color naranja intenso, y de un desierto que se extendía.

Habíamos viajado en coche, pero se había quedado sin gasolina un par de kilómetros atrás. Por suerte, Wyn dijo que había una parada de descanso no muy lejos, así que en ese momento estábamos caminando por el desierto.

Era el final de la tarde. El sol había quedado atrás, pero seguía calentando en mi espalda mientras caminábamos.

Ya estaba fantaseando con la idea de encontrar un lugar donde pasar la noche. Una habitación fresca, fuera del calor del desierto, y una ducha fría.

Quizá pudiera convencer a Wyn de que se duchara conmigo de nuevo. La última vez que lo hizo, habíamos...

"¿En qué estás pensando?"

Mis mejillas se sonrojaron bajo el casco ante la pregunta de Wyn. Sonreí, sabiendo que él sería capaz de oírlo en mi voz. "Oh, sólo estoy listo para encontrar un lugar para pasar la noche".

-"Hmm". La voz baja de Wyn sono divertida. "¿Tratando de decidir qué vas a cenar entre barritas de proteínas o latas misteriosas?"

Me reí, dándole un codazo. "Por supuesto". Suspiré con nostalgia. "Me pregunto cuándo podré volver a comer algo que no venga de una lata. O que esté caducado desde hace veinte años".

La capucha de Wyn se volvió hacia mí. "Si pudieras comer cualquier cosa ahora mismo, ¿qué sería?", preguntó.

Sonreí ante la pregunta y me acerqué a él. La mayoría de los días no me ponía los guantes, sobre todo ahora que podía tocar a Wyn siempre que quería.

Enhebré mis dedos entre los suyos y balanceé nuestros brazos una vez, como un niño sobreexcitado.

Pero logré que Wyn soltara un pequeño resoplido de diversión, que era mi objetivo.

Le sonreí. "Vale, entonces".

Nuestros dedos permanecieron unidos mientras caminábamos, y no pude dejar de sonreír como una maldito tonto. "Si pudiera comer cualquier cosa en el mundo ahora mismo, creo que tendría que ser... los macarrones con queso de mi madre. Decía que era sólo de una caja, pero sé que le hacía algo para mejorarlo".