𝘊𝘢𝘱𝘪𝘵𝘶𝘭𝘰 𝘋𝘪𝘦𝘤𝘪𝘴𝘪𝘦𝘵𝘦

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⚠️ Este capítulo contiene contenido sexual explícito y está estrictamente reservado para adultos. Menores de edad o personas que no deseen estar expuestas a este tipo de contenido deben abandonar este capítulo de inmediato. ⚠️

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Con prisa, Wyn cruzó la habitación y me apretó la cara con las manos. Respiraba con rapidez y apenas podía distinguir su forma a la luz de la luna que entraba por la ventana. "Cierra los ojos", me dijo, con el pulgar pegado a mi labio inferior.

Ya jadeando, estiré la mano y apreté la parte delantera de su abrigo. "¿No podemos....? ¿Puedes quitarte...?"

-"No". Wyn respiró con dificultad y su capucha se movió hacia un lado. Ví que las líneas de su cuerpo se endurecían.

Presa del pánico, me aferré con más fuerza a su abrigo, pensando que estaba a punto de cancelar todo esto y marcharse. "Está bien", dije rápidamente. "Está bien. Cerraré los ojos". Me pregunté qué haría él si simplemente levantaba la mano y le quitaba la capucha, pero nunca traicionaría su confianza de esa manera. De todos modos, probablemente nunca sería capaz de moverme más rápido que él.

Si Wyn no quería mostrarme su rostro... Me decepcionó, pero sabía que debía respetarlo. Algunos recuerdos de después de que me mordiera el parásito habían regresado desde que dejé el rancho, y recordé haber oído a Wyn hablar con Edin sobre mostrarme su cara. Había sonado como si le preocupara que... no me gustara.

Quería decirle que ni siquiera me importaba su aspecto. Pero no creí que eso fuera lo que quisiera oir; para él, probablemente sonaría como si ya hubiera asumido que era horrible o algo así. Aunque para mí nunca podría ser horrible, sin importar su aspecto bajo la capucha.

Me pasé los dientes por el labio inferior y cerré los ojos obedientemente, dispuesto a hacer lo que fuera para que la boca de Wyn volviera a estar en la mía. Conseguí mi deseo apenas un segundo después, como si Wyn hubiera estado tan ansioso por besarme como yo a él. Su boca era fría, y cuando nuestras lenguas se encontraron no pude evitar soltar un sonido bajo y satisfecho.

Solté su abrigo para deslizar mis manos por debajo, pero antes de que pudiera conseguirlo Wyn me estaba subiendo la camisa. El estómago se me revolvió con anticipación y rápidamente levanté los brazos para ayudarlo a quitarmela. En cuanto me la quitó, Wyn me apretó la mandíbula y volvió a besarme. Entonces su mano bajó para unirse a la otra y abrir frenéticamente mis pantalones.

-"Mierda", jadeé contra su boca, con las manos recorriendo la piel cicatrizada bajo su camisa antes de arrancárselos para empezar a tirar de los botones. Se me cortó la respiración cuando unos dedos largos y fríos me sacaron la polla dura de los pantalones, acariciando suavemente la parte inferior hasta rozar la cabeza.

Wyn gimió por lo bajo en mi boca y me besó con más fuerza, presionando mi cabeza contra la pared. Por fin conseguí desabrochar el último botón de su camisa, que se abrió bajo su abrigo mientras hundía mis dedos en la piel dura y llena de cicatrices. Llegué hasta sus pantalones, pero antes de que pudiera empezar a tantear con ellos, Wyn me agarró las dos muñecas con una mano. Con la otra, me estaba dando un puñetazo en la polla, deslizándose de la base a la punta con una lentitud agonizante. Dejé escapar un gemido impotente contra sú boca, con el corazón martilleando.

Los labios de Wyn recorrieron mi mandíbula y mi cuello.

"¿Qué quieres, Danny?", preguntó, con una voz distorsionada y rasposa por la lujuria, mientras su mano seguía volviéndome loco.

Sσυl Σαтєя  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora