Chica Ordinaria || Roier

2. ¿Tú otra vez?

Mi turno había terminado temprano, así que fui directamente a mi departamento.

No sin antes comprar unos alfajores para Vivi.

Si, ciertamente, mi mejor amiga y yo compartíamos departamento, no había razón, simplemente quisimos vivir juntas y ya.

Vivi es una gran roomie, le gusta cocinar cosa que no se hacer tan bien como ella, aparte me ayudaba lavando mi ropa.

Ella ocupaba dos habitaciones y yo solo una, porque ella tenía que ocupar una habitación para sus streams y otra para si misma

Me baje de mi motocicleta y le puse seguro a la moto, tomé el casco junto a la bolsa de papel y me arregle mi cabello antes de entrar a mi casa.

Abrí la puerta encontrándome con muchas personas.

Todas las miradas se dirigieron a mi, incline mi rostro levemente al ver a...

—¡Mar! — grito Vivi acercándose a mi — Perdón, no te avise porque pensé que llegabas en la noche.

—No pasa nada — le correspondo el abrazo — Oye... — nos separamos — los tres chicos del fondo, ¿Son amigos tuyos?

La rubia se gira y los ve por unos segundos.

—Si, ¿Quieres que te los presente?, Todos siempre me preguntan por ti — comenta.

—No, no — niego — Tal vez luego, primero déjame ir a la cocina por un poco de agua.

Mi mejor amiga asiente y se aleja.

Dejo el casco de la moto en el piso junto a la puerta y las llaves colgadas, veo al grupo de chicos viéndome como si estuvieran corroborando algo.

Ingresó a la cocina y saco aquellos alfajores que había comprado colocándolos en un platillo.

Los acomodo para que luzcan bonitos cuando escucho un carraspeo atrás de mi.

Giró mi rostro levemente viendo al chico de gorra en la entrada de la cocina arrimado al filo de la puerta con los brazos cruzados.

—¿Tú otra vez? — pregunto con diversión — Parece que me estás acosando.

Escucho su risa y siento su presencia atrás de mi, así que me doy media vuelta.

—Supongo que descubriste ayer que Vio es mi mejor amiga — comento.

—Te me hacías conocida, pero cuando vine a dejarte afirme mis sospechas — se cruza de brazos.

La camisa azul que carga hace que se marque su cuerpo, al parecer va al gimnasio.

—Tu también te me hacías conocído — musite dándome la vuelta al notar su cercanía.

—El mundo es pequeño — murmura cuando ya está a mi lado.

Me giró para verlo y menos de medio metro nos separa.

—Muy pequeño — susurro.

Está vez no trae sus gafas negras así que puedo observar sus ojos con detenimiento.

Este chico si era lindo...

—¿Todo bien?

Ambos giramos el rostro viendo a Violeta en la puerta.

—Si — contestamos a la misma vez.

—¿Los presento o...

—Ya nos conocemos — menciono interrumpiendo a la rubia.

—Que bueno — sonríe — Vamos, Mar te presentaré a los demás.

Mi mejor amiga me toma de la mano y antes de irnos tomó el plato con los alfajores para llevarlo a la sala.