Y así, sin más... (FIC SWANQUEEN)

0 (Prólogo)

DISCLAMER: ¡FELIZ SUPERNOVA A TODXS!!  Al fin ha salido el fic y aquí os lo traigo en riguroso directo (dad las gracias a los hados del destino Swanqueen que decidieron publicar la historia del challenge ahora y no en octubre o noviembre!)

Estoy muy muy muy muuuuuuuy nerviosa con esta historia porque es diferente a lo que suelo escribir y, aunque ha sido un proceso maravilloso escribirla, estoy súper insegura. ¡Asi que tengo muchos nervios y tengo muuuuuchas ganas de ver qué os parece!

Por último, quiero dar las gracias a todas las personas que han hecho de este fic lo que es: a mi preciosa mujer por su apoyo infinito, a Lucía, Tiff, Angela y Anna por la traducción al inglés y, por supuesto, a mi beta Felicia que hizo de esta historia un fic mil veces mejor.

Por una vez, no me voy a enrollar demasiado y os dejo con el fic, que va para largo,... ¡Nos leemos!

(ADVERTENCIA: Los capítulos tienen unos nombres numéricos "confusos". No están mal subidos ni Wattpad ha vuelto (otra vez) a dar error. Tienen u porqué, están bien publicados y, poco a poco, se entenderá el porqué de ese nombre 😊)

La puerta de la cafetería se abre con una fuerte sacudida. El cristal amenaza con resquebrajarse y la campanilla de cobre se zarandea convulsa. Pero es el grito lo que sacude a todo el local.

"¡REGINA, VEN, RÁPIDO!"

La alcaldesa, en una de las últimas mesas, observa al recién llegado. Intenta entender algo. Quién es exactamente. Está a punto de dar con su nombre, de recordar que trabaja en el banco de la ciudad cerca del puerto, cuando vuelve a gritar.

"¡CORRE, YA!!!"

Vuelve en sí y corre hacia él, asustada, con el nombre del hombre en la punta de la lengua y todavía sin entender nada.

"¿Qué sucede?"

"¡Es Emma, te necesita!"

Lo detiene inmediatamente. "¿Dónde?"

"¡El muelle!"

Un segundo después, en la cafetería solo queda un grupo de vecinos confundidos, una puerta con el cristal temblando, la campanilla aún bailando y una nube de niebla violeta.

Cuando reaparece, no hay necesidad de preguntas. La gente se apiña al final del muelle y Regina avanza, empujándoles hasta llegar al final de la plataforma de madera donde, entre otros, esperan David y Snow.

"¡Jack te encontró!" exclama Snow, tirando de su amiga hasta que ambas están en el borde del muelle y a punto de caer al agua. "Emma necesita tu ayuda".

"Pero que...?"

De hecho, la escena que se despliega ante sus ojos necesita poca explicación. Junto al muelle oscila la sucia mole del Jolly Roger, balanceándose sobre el agua. En su cubierta, el desaliñado pirata agita su mano libre en el aire, mientras con el otro brazo mantiene prisionera a Hope. La pequeña lucha todo lo que puede, pero sus tres años no le dan las fuerzas suficientes. Emma, ​​frente a ellos dos, tiene los brazos en alto en una postura conciliadora y desesperada.

"Esta vez me lo cargo..." gruñe Regina mientras crea una enorme bola de fuego en su palma. El crujido sobresalta a todos en el muelle y la multitud estalla en una no tan discreta exclamación de sorpresa. Tanto que llama la atención de los ocupantes de la embarcación.