13. Peligro

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Taira estaba pasando unos días increíbles, desde lo que pasó con Lorrein, todo parece haber cambiado, su padre Beta había llamado y ella había pensado que le gritaría o muchas cosas peores, pero por el contrario le había felicitado por encontrar a su pareja destinada, que debían cuidarse y sobre todo le había pedido que tuviera cuidado con las pruebas de la Diosa, ella aún no soñaba con la Diosa pero esperaba que la prueba de Lorrein no fuese tan difícil, habían aprendido mucho una de la otra.

Era la octava o décima casa que habían visitado, las clases lo tenía virtual ya que pensaban que estaba en celo, o eso habían dicho, Lorrein no quería que se supiera lo de su cambio, por protección y si ella decía que estaba marcada debían dejar registro y Lorrein había pedido que hasta no hablar con sus padres no quería que estén hablando tonterías, cosa que a Taira le daba igual, pero quería darle privacidad conociendo ya como era Lorrein.

Habían planeado ir a cada casa personalmente para ver si era verdad lo que decían los documentos, inspeccionar si estaban en óptimas condiciones para ser habitadas, a ella no le importaba tanto detalle, solo quería tener un espacio con ahora su Alfa, quizás algo más íntimo, aunque sabía que Lorrein requería una oficina ya que la había visto trabajar en su departamento, Taira había decidido darle gusto y darle gusto a Doncella, ella decía que siempre merecía todo ello por ser fuerte y sabía que no iba a darle la contraria a Lorrein porque ella quería algo seguro.

La última casa donde estaban, era parecida a la casa familiar de Lorrein solo que con un aspecto gótico, le gustaba mucho porque por fuera parecía un castillo, tenía recibidor, una sala, comedor, una cocina con isla que daba al comedor, un minibar en sala, una piscina enorme, un estacionamiento, varias habitaciones con baño propio, prácticamente un palacio para Taira, lo que le enamoró fue el jardín trasero, muy amplio y un pequeño huerto, se imaginó en un tiempo todo transformado para niños, mira a Lorrein hablar con el encargado y se acerca sonriente.

-Y por lo demás no se preocupen, el vecindario es muy tranquilo -decía el Beta leyendo su carpeta- no se puede hacer reuniones sin consultar con el comité vecinal.

-Me gusta, es perfecto para trabajar en casa -dice Lorrein- ¿Qué te parece este? Es más grande que los otros, tiene piscina.

-Me gusta mucho... aunque no entiendo la casa de la parte de atrás -dice Taira tomando del brazo a Lorrein- ¿Es parte de está?

-Si mi señora, es la casa diseñada para los de seguridad y si necesita servidumbre -dice asintiendo a lo que leía- el dueño anterior era muy considerado con sus empleados.

-Comprendo me gusta la idea -dice Taira meditando- veo que renovaron también el área de juegos que está casi cerca.

-¿Un área de juegos? -pregunta Lorrein mirando lo que se refería- cierto hay una parte cementada.

-No lo creo... permítame -el asistente lee entre las hojas y sonríe asintiendo- no era precisamente área de juegos, el dueño tenía mascotas exóticas.

-¿Qué tan exóticas? Porque eso explicaría las divisiones -dice Lorrein señalando el terreno- es muy grande.

-Tigres Hurquen, el dueño anterior tenía dos tigres de bengala -dice algo nervioso- pero antes de mudarse mandó a arreglar todo, es por ello el precio.

Lorrein asentía pensativa, no se imaginaba que alguien fuese tan exquisito con sus gustos, solo recordaba de un socio tailandés que tenía esos gustos y que siempre que hacían algún negocio simplemente enviaba los documentos ordenados, se aprobaban y viajaba para firmarlos sin perder el tiempo, ríe para sí misma pensando en aquel pálido que era su pareja y parecía el único que podía dominar a aquel hombre, si se trataba de la misma persona iba a reír de la coincidencia.

Tú Mi Única Alfa (GL /Yuri)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora