Tú Mi Única Alfa (GL /Yuri)

10. Enigmma

Habían llegado como podían, en el camino Taira paraba de golpe cada vez que sentía a su lobo exaltarse al sentir el dolor del lobo de su destinado y Lorrein seguía repitiendo que todo estaba bien porque ella lo necesitaba, necesitaba escuchar que Lorrein estaba bien o se volvería un manojo de nervios y empezaría a gritar.

Ambas tenían miedo ya que no era el celo de ninguna, Lorrein se estaba volviendo Enigmma, pues Taira había visto que los ojos de aquella Alfa grises, ahora oscuros y sus colmillos salidos la estaban haciendo temeraria, como un demonio a punto de morder, pero su lado humano luchaba, porque veía cómo resistía y removía en el asiento, aparcaron lo más rápido que podía y Lorrein le dió las llaves porque sabía que no llegaría por cuenta propia.

Taira iba enfrente y sintió unos brazos no tan delgados tomarla de la cadera mientras entraban al ascensor, no dijeron nada cuando sintieron una calma extraña, ni cuando Taira dió un pequeño salto al sentir el rostro de Lorrein hundiéndose en su cuello, al parecer el contacto le estaba calmando, debían apurarse, ya casi llegaban y podía dejarla en buenas manos, le estaba poniendo nerviosa y Lorrein no estaba consciente.

-Lorrein... ¿Qué llave es? -dijo tímidamente, no quería alterar a Lorrein- debemos entrar.

-La do...rada -dice aún enterrando la nariz en su cuello, no veía nada aún, pero había captado ese olor y su lobo de un gruñido hizo que la abrazara- la más pequeña.

-¿Qué haces? Ya hemos llegado -dice entrando al departamento como puede porque Lorrein seguía en su cuello- no huelo dulce.

-Lo sabemos -dice Lorrein mientras dejaban todo en el mueble sin apartarse- eso lo sabemos.

-Basta por favor... a Jade no le agradará que huelas a mí -dice Taira enojada, pensando en la otra Omega-

El sentir el olor agridulce como un café azucarado recién preparado y el limón adornando el sabor a café de Taira había calmado a su lobo como una cachetada, pero el escozor no se iba, a ello sumando las palabras de ese manojo de electricidad que tenía enfrente, por qué había dicho aquello, Jade simplemente era como su hermanita y se lo había dicho varias veces, estaba aceptando que ella era su Omega porque King la reclamaba y nadie ni siquiera Jade tenía que decir nada.

Taira se veía triste y asustada por aquellas palabras al aire, lo estaba porque estaba perdiendo la poca razón que tenía, no estaba ayudando sentir las feromonas de su Alfa, Lorrein necesitaba acostarse, como puede camina hacia su habitación con Taira ayudándola a no caerse, su lobo dejó de comunicarse hace ya un largo rato y algo estaba cambiando dentro de sí misma como una bomba cronometro, no quería asustar a nadie, pero necesitaba a sus hermanos o a quien fuera de su familia, saca y le da el móvil a Taira quien no entendía nada.

-Llama a Rommeo -dice como puede- por... favor.

-¿Qué? Si -dice buscando en la agenda- llamando.

-¿Dime Lillo que pasó? -dice Rommeo al teléfono- ¿Todo bien?

-¿Hola? -habla Taira tímida- hem soy Taira, creo que Lorrein está mutando.

-¿Cómo? -Rommeo chistea en el movil- ¿su voz ha cambiado? Digamos como si su lobo hubiese saltado, ¿Sus ojos han cambiado? ¿Están grises? Dime qué no te huele por Dios.

-Em creo que sí a todo -dice más asustada- me huele pero yo no soy su Omega, ¿Está todo bien?

-Tu eres nuestra, eres mía -gruñe Lorrein al escuchar esas palabras junto con King al unisono- no nos pertenece nadie más.

-Activa el altavoz por favor, necesito corroborar algo -dice Rommeo al instante-

Taira hace lo que le piden, la verdad era que no entendía muy bien la situación, si era algún cambio y ella estaba en peligro debían decirle, pero había aprendido a qué a un Alfa no hay que alterarlo más de la cuenta, al parecer estaba por hacer explotar a Lorrein con sus palabras y mejor hacia lo que le pedían.