Cuando sonó la alarma temprano Katsuki ya no se encontraba a su lado, estaba tan cansada que no se dio cuenta en qué momento quedó dormida y cuando se había ido, se estiró para luego ir al baño y comenzar a alistarse para ir a la escuela...se sentía plena y feliz como si nadie pudiera arruinar esa pantalla de humo que sucedía entre ella y su hermano mayor.
Cuando salió de su habitación y bajo las escaleras notó que la puerta del despacho de su padre estaba entre abierta así que decidió asomarse para saludar a su progenitor.
-Buenos días papi- saluda de manera alegre.
-¡Oh! Buenos días cariño- responde con la misma intensidad.
Ochaco se acerca a él mientras observa como su padre recoge papeles de su escritorio con leve aflicción para luego guardarlos en una carpeta y dejarlo sobre su escritorio.
-¿Papeles importantes?- pregunta mientras lo abraza.
-Son de una posible inversión- responde simplemente.
-Mmm déjame ver- coloca su mano sobre la carpeta pero su padre lo aleja antes de que ella pueda abrirla.
-Están algo revueltos- mira a su hija- debo acomodarlos para que puedas entenderlos.
A la castaña le pareció extraño el comportamiento de su padre pero si él consideraba que no debía verlos, estaba bien ¿Verdad?
-¿Y tú madre?
-En la cocina, tal vez.
-Vamos a ver qué hay de desayunar- la abraza.
-Me parece bien.
Ambos salen del despacho pero un sentimiento de intriga la envolvía ¿Por qué su padre no quería que viera esos documentos?, aún no se acercaban a la cocina y ya se escuchaban los gritos de su madre y hermano.
-¡Esta bien bruja, ya deja de joder!
-¡Yo te jodo cuando se me de la gana porque soy tu madre y ya deja de decirme así mocoso malcriado!
Ambos castaños se observaron para luego comenzar a reír, definitivamente los rubios jamás cambiarían su forma de ser.
Todos se sentaron en la isla de la cocina para degustar su desayuno, las pláticas no se hicieron esperar y las risas tampoco en compañía de los gritos de ambos rubios, sin embargo, la calides de la compañía de sus padres y el amor por sus hijos se hacia presente...por primera vez Katsuki permitió olvidarse de sus culpas y pecados...solo se enfocó en disfrutar ese momento junto a sus padres y hermana como cuando era un niño y era ajeno a todo los actos que cometería tiempo después.
Ambos jóvenes se despiden para irse al instituto, cuando llegaron ambos se dirigen a sus respectivas áreas, claro después de una sesión de besos, Ochaco iba decidida a hablar con el peliverde pues no podía seguir postergando una plática inevitable, en el transcurso del día ambos jóvenes no se volvieron a ver y en la salida Katsuki debía ir con Kirishima a su casa a terminar un trabajo por lo que Ochaco se fue sola a su casa para cambiarse e irse a su cita con su ginecólogo, eran alrededor de las 3:30 de la tarde cuando el cenizo llegó a su hogar, estacionó su vehículo para luego salir y tomar su teléfono y hablarle a la castaña.
-Hola bonita- responde en cuanto contestó.
-Hola Katsuki.
-¿Dónde estás?- se adentra a su casa y saluda a Nemuri.
-Estoy en el centro comercial.
-¿Tardaras mucho? voy por ti.
-No te molestes, aún tengo cosas que hacer.
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Sentimientos Incorrectos (Kacchako)
Romance-¿Estás segura de esto cara redonda?- su tono de voz era intrigante. -Jamás he estado tan segura como ahora- sus ojos mostraban determinación- quiero que seas tú Bakugou-kun. -Pero soy tú maldito hermano- su mirada era sería- ¿acaso te has detenido...