Sentimientos Incorrectos (Kacchako)

CAPÍTULO 34

Las vacaciones habían terminado y con ello el mes de septiembre daba inicio al igual que las clases, después de haber estado juntos en la habitación de Ochaco no pudieron dejar de tener reuniones clandestinas, Katsuki moría de celos cuando veía a su hermana junto al nerd, del mismo modo la castaña no podía despegar la mirada de la rubia cuando estaba cerca de su cenizo...pero todo se iba al carajo cuando llegaba la noche y compartían sábanas.

-Vamos Katsuki- abraza a su hermano por la espalda- no querrás llegar tarde al primer día de escuela- el cenizo se gira para quedar frente a ella.

-Buenos días para ti también mejillas- le acomoda un mechón de cabello detrás de su oreja mientras ella se sonrojaba- deberías desayunar algo.

-No tengo hambre- se abraza a él.

-¿Qué demonios te sucede?- pregunta sonriendo.

-No lo sé...solo quiero estar lo más cerca de ti- lo mira- todo el tiempo.

-Deja tus cursilerías y déjame, alguien puede vernos- la castaña se entristece para irse alejando de él pero antes de apartarse el joven toma su mejilla y la acerca a él para besar sus labios- no te pongas triste hermosa.

Los ojos de Ochaco brillaron cómo nunca antes y una gran sonrisa se formó en su rostro provocando que lo volviera a abrazar...ambos comenzaron a reír.

-¿Qué les sucede?- pregunta su madre que iba entrando a la cocina.

-Mejillas está algo melosa- ambos se separan.

-Que raro- toma un vaso para servirse jugo- aún así me alegro que ya se hayan arreglado las cosas entre ustedes.

Ninguno contestó a lo dicho por su madre, simplemente se despidieron para luego salir y subir al auto del cenizo, iban platicando alegremente mientras él manejaba a UA...aún se sentían miserables por no poder dejarse, ellos sabían perfectamente que estaban en una relación demasiado tóxica pero...cuando estaban solos...no existía nadie...solo ellos dos...

-Espero que te vaya bien- se desata el cinturón para acercarse a él.

-A mí siempre me va de su puta madre- sonríe de manera socorrona.

-Como sea- toma su mejilla izquierda para girar su rostro y comenzar a besar sus labios.

Katsuki cierra los ojos de manera inmediata para corresponder al beso que su pequeña hermana le estaba dando...se separaban y volvían a juntarse...

-Nos vemos- susurra la joven mientras acaricia los labios ajenos con su dedo pulgar.

Ambos se miran para luego volver a besarse pero está vez con más intensidad...se necesitaban y eso era verdad...
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Ochaco se encontraba en la cafetería con su amiga mientras elegían su almuerzo y se iban a sentar en el balcón que daba vista a las canchas de fútbol americano, a esa hora los de universidad tenían prácticas y por lógica Katsuki estaría ahí.

-Míra a ese hombre- la castaña ve al pelirrojo- demonios hace que me moje los panties cada que lo veo.

-Mina-cha por dios.

-¡¿Qué?! no es mi culpa que mi novio sea tan hermoso.

Ochaco solo sonríe mientras continúa comiendo su arroz blanco.

-Ahí también está Midoriya- la castaña mira al peliverde.

-Y-ya vi- responde simplemente.

-¿Todo bien?- pregunta la pelirrosa.

-Mina-cha- su voz sonaba neutra- terminaré con Deku-kun.

-¡¿Qué?!- exclama de asombro- pero ¿por qué?