04 - Destapando recuerdos

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Educar a Scaramouche fue difícil, especialmente si se trataba de hacer las cosas él solo.

Nunca fue uno de esos niños que causaran problemas, sin embargo, la mayoría de veces siempre hacía berrinches si se trataba de yo irme a algún lado sin él. No era algo que me molestara, pero a veces era realmente extremo. Al principio creí que quizás eran simples caprichos, pero con el paso del tiempo, descubrí que eran algo más, quizás el recuerdo de eventos traumáticos con otras personas antes de mí.

- ¡No quiero que me dejes solo! Siempre me dejas solo en casa, ¡Siempre estoy solo aquí! De seguro piensas en algún momento abandonarme, exactamente como lo hizo ella! - protestó.-

- ¿Ella?... ¿ella quién, cariño?- respondí con una pregunta.-

No entendí a quién se refería, y esta era la primera vez que mencionaba a alguien más en uno de sus escándalos antes de irme al trabajo.

- Ah... ¿sabes qué, Scara? Iré al trabajo, estoy llegando tarde, pero al llegar a casa hablaremos, lo prometo. Por favor, come bien y has tus tareas, como siempre. Sabes que estoy orgullosa de ti y lo que haces. Nos vemos más tarde, ¿Si? Te amo. -me despedí, moviendo mi mano y dándole una cálida sonrisa.-

Antes de que él pudiera protestar más, yo ya me había ido, y él se había quedado frente a la puerta, en silencio, aún procesando el por qué es que él mismo había mencionado a ese alguien más, o la pequeña frase "te amo", que en su pasado tenía un significado muy distinto al actual, que aún le costaba entender su significado completamente.

Para él, el amor era una emoción, lo cuál es erróneo. El amor es un estado mental, en el cuál se le somete al cerebro a una mezcla de emociones, como por ejemplo felicidad. Este estado también conlleva los sentidos, como el sentido del tacto, la coherencia/lógica y entre otras cosas, pero sobre todo, este estado es el que provoca y genera mayor cantidad de hormonas, como la serotonina, oxitocina, entre otras.
Esas cosas un niño con vaga educación desde pequeño muy bien no entiende, pero puede descubrirlo por su cuenta, hasta aveces sin darse cuenta.

Durante el camino al trabajo, todo el tiempo estuve pensando en esa última conversación, y lo que podría estar haciendo Scaramouche en casa, pero una seguridad en mí de que todo estaba bien era lo que me mantenía tranquila, sin embargo, había una pequeña parte, algo que me picaba las costillas y trataba de alertarme, pero supuse que era paranoia mía y lo dejé allí.

No dejándome muy tranquila esa sensación, podía sentir la angustia respirandome en el cuello durante el trabajo, y si seguía sintiéndola, me vería en necesidad de pedir que me cubrieran para volver a casa antes y verificar que todo estuviese bien, además de quedarme con Scara para cuidarlo y hablar bien con él.
Para desgracia o suerte mía, la incómoda sensación pasó a las horas, distrayendome en mi trabajo y ocupando mi cabeza en otras cosas, pero al desocupar mi cabeza de regreso a casa, esa angustia regresó.
El hecho de tener el presentimiento de algo malo por suceder era más que suficiente para que acelerara mi paso hasta llegar a mi departamento, y el frío de la noche no demoraría en llegar hasta mí en algún momento.

Al llegar a la puerta de la residencia de diez pisos llenos de departamentos, empecé a subir por las escaleras desesperadamente, buscando finalmente llegar hasta la puerta de mi propio departamento, donde quizás, Scaramouche me esperaba, como siempre. Mi corazón latía a mil por hora, sentía que se me iba a salir del pecho en cualquier momento, y necesitaba saber urgentemente si ese lindo ángel me esperaba como siempre, con los brazos abiertos, en donde consideraba mi refugio de tranquilidad después de cada día pesado y cansado de trabajo.

Enseñándote a Amar (Scaramouche x Lectora)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora