Enseñándote a Amar (Scaramouche x Lectora)

09 - Memoria al pasado

Un rostro apareció entre las ramas y hojas del arbusto, y fue tanto mi susto que rápidamente me alejé, tambaleándome y cayendo al suelo en cuestión de segundos gracias a una pequeña piedra que me había encontrado en el suelo, quitándome el equilibrio.

Entonces, fue cuando Scaramouche entró en pánico y se quedó quieto, debido a no saber si ayudarme a ponerme de pie, acercarse al arbusto para ver lo que yo había visto o directamente salir corriendo.
Una risa burlona e infantil salió del arbusto, y fue cuando de éste mismo surgió la figura de alguien que ya habíamos visto antes; (elijan el personaje xfavor, no sé quién puede estar en este papel, comenten TT), la hija de mi amiga.

-Ah... tu rostro asustado se ve muy gracioso, (name)-sacudió su mano de un lado a otro, abanicando su rostro mientras se reía y parecía salir una lágrima de su ojo.-

-¡N-No es gracioso! ¿Mira si me lastimaba?... Ahh, geez... vaya que me diste un susto, ¿eh?-me quejé.-

Scaramouche aún parecía no estar entendiendo, su rostro mostraba impacto y confusión. Parecía haberse traumado, y de alguna manera, era tierno y gracioso. Me puse de pie y me di unas cuantas palmadas en mis piernas, quitando el polvo de mi ropa, mientras ella salía del arbusto. Él parecía estar congelado en el lugar, pero pronto logró reaccionar y mostrar una cara de disgusto, una reacción usual en su rostro ante estas cosas.

Raras veces le hice a Scaramouche bromas, pero como soy una persona un poco pasada, mis bromas generalmente se basaban en ahogarme con algo o fingir un infarto (soy una mierda de persona) para hacer de que estaba muerta. La primera vez que lo hice ante este niño, parecía haber visto un fantasma por su expresión facial, literalmente estaba pálido. Pronto comenzó a llorar y gritar mi nombre, sacudiéndome, mientras no aguanté mucho más y comencé a reírme, y él en vez de molesto parecía aliviado, pero luego me miró asustado por unos dos o tres días seguidos. A bromas de este tipo, que son diferente a las que le solía hacer yo anteriormente, reacciona de otra manera, que más bien es de una manera enojada que cualquier otra.

Después de un paseo, ya no de dos, sino de tres, volvimos a casa riéndonos en el camino, supongo que me hizo bien venir hasta aquí, y eso que este era el primer día.

La noche era tan hermosa, algunos pequeños bichos de escuchaban, y la pequeña luz que las luciérnagas emitían nos alumbraba un poco, nunca antes me había sentido tan libre como ahora, bueno, en realidad, este sentimiento se asemejaba mucho a uno del pasado.
Un sentimiento de nostalgia me invadió, uno del cuál no sabía su origen, pero me quedé callada, seguro era imaginación mía.

Al entrar a casa y contar lo que había sucedido a mi amiga (de este personaje también digan cuál quieren que sea), nos reímos un rato mientras los menores se marchaban a recostar, entonces nos quedamos solas, sentadas en la sala.
El silencio un momento invadió el ambiente, y miré al suelo, indecisa. Sabía de donde provenía ese sentimiento de hace un momento, entonces ella me miró y una sonrisa suave se formó en su cara, yo sabía que ella sabía lo que me sucedía, y fue cuando rompió el silencio.

-Hmm... conozco ese rostro. Lo recordaste a él, ¿No es así?

-...¿A quién?

-Ah, no te hagas la tonta, sé que sabes a quién me refiero. Cada que ves a ese niño te recuerda a él, ¿O me equivoco?

-...-me quedé en silencio. Una sonrisa se apropió de mi cara completamente.- Eres una tonta, nunca te cansas, ¿Verdad?