hold the line || nick leister

four pt.2

Megan
(Retomando desde el final del capítulo anterior)

Al instante en que me dí la vuelta sobre la toalla, cerré los ojos evitando mirar a Nick. Quería disimular mis reales ganas de levantarme corriendo para colgarme de su cuello y llenarlo de besos hasta que mis labios dolieran. Eso no sería muy propio de mí, de Megan Dagger, la única tía que se hacía del rogar con todos aunque no era noticia de que con Nicholas todo el esquema que había armado a mi alrededor para los demás como la chica a la que no le importaba absolutamente nada ni nadie, se derrumbaba por completo.

—Este también es un bonito trasero.— pegué un pequeño respingo cuando la mano de Jena golpeó con fuerza una de mis nalgas y para mi sorpresa, Noah rió a carcajadas.

—¿Te gusta?— decidí unirme a la broma y girando mi rostro hacia la morena, meneé rápidamente las caderas, viendo como se mordía el labio con burla.

Pronto las tres nos encontrábamos riéndonos como si todas fuéramos amigas de hace años y en ese momento deseé que Sarah estuviera presente para que termine de ser un lindo momento.

—Quiero confesar que a mí sí me gusta.— las risas pararon y me tensé, conociendo aquella nueva voz a la perfección que además estaba tapandome el sol.

Volví mi vista al frente y la subí hasta dar con el rostro del dueño de mis mejores sueños que se encontraba con sus brazos estirados hacia mí. Con una sonrisa me levanté de la arena para envolver mis brazos en su cuello, notando enseguida como este envolvía los propios en mi cintura y me apegaba a él, provocando las risas de todos sus amigos al rededor.

—De verdad que lo tienes amarrado, tía.— el comentario de Lion me hizo gracia pero al parecer a Nick no ya que lo mandó a volar.

—Pierdanse, ahora voy.— con solo esa frase, todos sus amigos corrieron al agua; —¿Cómo te sientes?— la preocupación se notaba en su expresión y en su tono de voz.

Bajé mis manos a su pecho para acariciarlo por encima de la tela de su traje de surf mientras le dedicaba una pequeña sonrisa de labios cerrados, no me gustaba cuando se preocupaba tanto por mí aunque sea por cosas mínimas, sentía que lo molestaba de alguna forma.

—Estoy bien, solo tenía resaca.— dije y me acerqué a dejar un beso sobre su mejilla que terminó por tranquilizarlo.

—Escucha, será mejor que olvidemos lo de ayer...— sus palabras me llegaron como balas e instantáneamente dejé de oír lo que estaba diciendo. Lo empujé ya que su tacto me quemaba de una mala manera.

Tenía lógica, solo fueron algunos besos y me sentí totalmente ilusa por pensar que Nicholas había sentido algo. Me enfoqué tanto en mis inutiles sentimientos que no caí en la realidad que tanto mi madre se había encargado de repetirme, nadie iba a amarme de esa manera, jamás, menos alguien como él.
Estaba tan sumergida en mis pensamientos que volví a la realidad cuando las grandes manos de Nick me tomaron con fuerza por la cintura.

—¿Megan, estás oyendome?— clavé mi mirada en él con un pronunciado ceño fruncido y mi mente plagada de cosas negativas; —Hoy es la carrera y...— no lo dejé continuar, no quería escuchar más.

—Los chicos están esperándote, vete.— me alejé dándole la espalda y volví a dónde anteriormente estaba sentada bajo las atentas miradas de Noah y Jenna.

Sabía que mi descontento era notorio para ambas pero al menos la morena sabía que no debía hacer preguntas y al parecer la castaña a mi lado también lo captó lo cual agradecía internamente. Podía sentir la mirada de Nick clavada en mi espalda y yo solo quería que se fuera o iba a explotar contra él solamente por impulso.