Monocromo

Capítulo 76: INTERLUDE-3: Subter-Fudge

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Acto II - El brujo de Hogwarts

Interludio -3: Subter-Fudge

"¡Sesenta y siete puntos, Dolores! ¡Sesenta y siete! ¡A este ritmo, bien podría renunciar mañana mismo!"

Cornelius se dejó caer sobre su silla, sus manos inquietas apenas lograron quedarse en la mesa delante de él. Desde la maldita noche del Triwizard, las cosas habían estado en una espiral descendente para él. Muerte de más de la mitad de la facción de Lucius, una pesadilla absoluta de relaciones públicas frente a una audiencia global y, si eso no fuera suficiente, El bien elaborado intento de Potter de temer sobre el regreso del muerto Señor Oscuro Tú-Sabes-Quién. Si no fuera por el consejo bien intencionado de su buen amigo Lucius, probablemente se habría ahogado en el juicio. ¿Quién sabía que Sirius Black demostraría ser un hijo de puta tan problemático, trayendo a Joshua jodidamente Greengrass? Cornelius todavía no sabía exactamente por qué la familia Greengrass decidió meter la nariz en el juicio de Harry Potter, pero fueron el punto de apoyo sobre el cual cambió el juicio, pasando de una derrota decisiva para Potter a una victoria abrumadora.

Nuevamente, gracias a la participación oportuna de su buen amigo Lucius, Cornelius había respirado aire fresco, a pesar de las deficiencias del pedigrí de su subsecretario mayor. Y ahora, de nuevo, las cosas habían cambiado, porque su subsecretario estúpidamente confiado no había tenido en cuenta la tortuga de ese mocoso insolente de Potter.

No ser particularmente competente y, lo que es más importante, saber que no era particularmente competente, Cornelius solo había llegado a donde estaba porque era particularmente bueno para reconocer a aquellos que eran realmente competentes y que los lamían.

"Ministro, quiero decir, Cornelius", dijo Dolores. "Creo que estás siendo demasiado paranoico."

"Oh, Soy siendo paranoico, ¿verdad?" exigió Fudge. "No eres el que perdió sesenta y siete puntos en el Índice de Popularidad del Ministerio, Dolores. Recibí más de cien aulladores ayer. A cien. Jefes de oficina, empleados del ministerio, miembros de Wizengamot, empresarios, reporteros — todos y su madre quieren un pedazo de mí, y todos tienen una sola cosa de la que quejarse."

Sus ojos maníacos descansaban sobre su rostro. "Te importa adivinar qué es eso?"

Dolores al menos tuvo la decencia de mirar hacia otro lado.

"El trabajo consistía en encontrar exactamente cuán profundos eran los planes de Dumbledore. Ambos sabíamos que Potter era un títere. Es solo un niño, marchando a las órdenes del viejo focha. Te di todo el poder que necesitabas, te convertí en el Profesor de Defensa, e incluso tienes al hijo de Lucius y sus amigos para que te apoyen. Se suponía que aislarías a Potter y lo empujarías contra la pared, haciéndole resentir estar tanto del lado de Dumbledore que decidió convertirse en testigo del Ministerio contra el hombre. Eras no ¡se supone que los estudiantes de Hogwarts se levantarán en un motín contra ti!"

Dolores se estremeció.

"Tengo una reunión con la Junta de Gobernadores de Hogwarts. Lucius los había convencido para que pusieran la Cláusula 159 en su lugar, y ahora están enfrentando el fuego de todos. ¿Estudiantes de todos los años en motín contra un maestro? Es un ultraje. Estoy seguro de que el viejo tonto está tratando de tener en sus manos una alternativa para llenar sus zapatos en este momento."

"BIEN?" Él ladró, su creciente silencio lo irritaba más con cada segundo que pasaba.

"Yo — No sé qué quiere que diga, Ministro", dijo Dolores en un tono pequeño pero firme. "Hice todo lo que usted y el Sr. Malfoy me pidieron. No te pedí que cambiaras el OWL Syllabi. No le pedí que me hiciera el profesor de Defensa, o el Alto Inquisidor. Decidiste hacer esas cosas por mí a tu propio tiempo libre sin mi aporte, porque beneficiaba tu agenda. Solo soy una subsecretaria humilde que hace su trabajo, y mi trabajo es asegurarme de que mi empleador esté satisfecho con los servicios que le proporciono, no cuestionar sus órdenes."