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-¿Uh...? ¿Dónde... Dónde quedaba?.- sus ojos recorrieron todos los establecimientos a su alrededor, dejándolo más perdido que antes.
Ese malhumorado y amargado chico volvía a aquel centro comercial, que para su suerte ningún guardia o alguna otra persona lo reconoció como ese chico extraño que tuvo un ataque de pánico en pleno centro comercial, al menos.
Justo ahora trataba de ubicarse y encontrar esa tienda de farmacéuticos a la cual su madre lo envío, para comprar algunas cosas que ella necesitaba.
Esa mujer (junto con su esposo) eran muy vagos como para ir solo por unas toallas femeninas y una que otra cosa más, así que les pareció mucho más factible enviar a su retoño.
-Porque será...- murmuró rodando sus dorados orbes.
Y por eso ahora estaba perdido.
Porque su madre era quisquillosa así que no quería sus productos de cualquier tienda.
Lo malo, la tienda quedaba por el culo del mundo y Tadashi como buen distraído (cof cof pendejo) que era, se perdió.
Él solo; porque Koichi estaba resolviendo "asuntos legales" (el ahora ex de su hermana estaba tratando de demandarlo por dejarlo en el hospital), Shin estaba con Koichi (deteniendo la demanda tan estúpida, dado que Koichi lo hizo en defensa propia) y Eijirou, él... Tenía entendido que había salido con algunos de sus amigos...
-¿Debería preguntarle a alguien...?.- miró a todos en silencio, cualquiera sentiría esa mirada juzgadora, aunque cargara sus lentes se podían notar sus labios fruncidos en una línea recta.
Se había quitado el cubrebocas porque simple y llanamente le estorbaba.
-Nah.
Comenzó a caminar, escribiéndole a su madre su pequeño inconveniente y pidiéndole ayuda.
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-¿Pero qué mierda...?.- gruñó hastiado. -Voy a romperle todos los dientes a Koichi por enseñarle los stickers a mi madre.
Suspiró volviendo a escribirle, ya sentía la desesperación marinar es sus venas.
