— Karl estaba moviendo la cadera en forma de círculo en la cama con Nick, Nick gemía y jadeaba con placer y le tocaba la cadera con las dos manos lentamente y suavemente, su cabeza estaba encima de una almohada y lo miraba fijamente sonriendo sin dientes de un lado, Karl subía y bajaba lentamente mientras jadeaba un poco y su vestido de maid se movía al mismo ritmo, los dos empezaron a sentir que se venían pero no le importaron sabiendo que no deberían de venirse dentro debido a que es un club de prostitutas y stripper's unisex, estuvo Karl encima de Nick subiendo, bajando y en forma de círculo unas horas con mucho placer y ligeramente, se vinieron los dos y justo le llamó el jefe a Karl, Karl besó a Nick, se puso la parte de debajo y se fue a dirección.
“¿Pasó algo?” — Preguntó Karl, poniéndose un collar que le dió Nick.
“No tenías que dejar que se viniera.”
“¿Tiene algún problema eso? Dios, soy un hombre, no puedo embarazarme.” — Se levantó de la silla Karl, con el pintalabios rojo un poco gastado de sus labios.
“¿Sabías que sí?”
“Hugh, bueno, no me importa, es mi vida y mi trabajo, mientras yo siga tus comentarios malos y reglas no puedes despedirme.” — Respondió Karl firmemente y confirmando que sí lo sabe, agarra su bolso negro y se va de ahí.
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— Karl entró al salón de stripper's el cuál siempre estaba con una fiesta, se dirigió a la mesa que está Nick sentado mientras lo miraba desde lejos, se sentó al lado de él agarrando su copa de vino rojo y tomó un sorbo de ahí, mientras tomaba, preguntó Nick
“¿No te despidió?” — Habló Nick, mirando a Karl con una sonrisa.
“Por suerte no.” — Le sonríe y deja la copa en la mesa, hablaron un buen rato y se besaron, Karl se levantó y se fue al baño, miró que su delineado se estaba gastando en su rostro y decidió ponerlo otra vez, poniéndose su pintalabio rojo en sus labios y un rímel negro en sus pestañas no postizas largas y preciosas mirándose en el espejo muy grande del baño. Se dirigió a la salida del baño y se ajustó el pelo rizado marrón medio rubio, se fue de la zona con el bolso negro en su hombro puesto, vio que Nick no estaba en el sitio pero no se extrañó y poco tiempo después lo buscó con la mirada entre muchas personas; estaba viendo a una stripper. Karl no se puso celoso y se dirigió a su habitación, dejó el bolso ahí en su cama de litera y se sentó en su cama, se tapó la cara un poco cansado y luego restregó su rímel y delineado hacia abajo con sus manos lentamente, mientras entraba George.
“Oye, no te desesperes por aquél señor.” — Habló George, sentándose en la litera de al lado mirándolo fijamente, sacando maquillaje para ponerse porque se le gastó en medio de la relación.
“Ese señor me enseñó a no tener miedo de que se venga dentro de mí.” — Sacándose sus tacones rojos y afilados.
“¿¡Se ha venid-” — No llegó a terminar la frase ni siquiera y se tapó la boca con sorpresa. “¡No puedes!”
“¿¡Qué querías que hiciera!? Es atractivo...” — Miró a un lado Karl haciendo una mueca y se sacó los tacones.
“Vaya... nunca dijiste eso.” — George levantó una ceja. “¿Te enamoraste?”
“¿¡Qué!? No, claro que no.” — Se quedó pensando un poco mirando al techo y miró a George. “Un poco.”
— George rodó los ojos y suspiró. “Ya sabes lo que pasó la otra vez.”
“¡Lo sé! Pero... — Con tono triste deja los tacones en un lado de la litera. Sería el indicado si no se fijara en más stripper's.”
“¿Celoso...?”
“¡No, no, no! Nunca.” — Miró de arriba a abajo a George y luego se tumba en la cama.
“¿Cómo se llamaría el bebé si llega a hacerse ése milagro?” — Habló un rato después George.
“Lo abortaré.” — Karl miró al techo de la litera de la cama de abajo y miró a George. “Nikarl.”
“Buen nombre.” — Se levantó George y se fue al espejo, luego se maquilló.
