Cap.10

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Al día siguiente.

Camila despertó muy temprano, apesar de haberse quedado despierta casi toda la noche.

Su mujer aún tenía fiebre y eso le preocupaba. Bajo a la sala y se encontró a Ally quien por supuesto estaba en la residencia para auxiliar una vez más a su amiga.

—Buenos días— saludo camila dulcemente

—Buenos días, vine en cuanto pude ¿como sigue?— cuestionó

—Sigue con fiebre— suspiro

—Desde anoche según dices.. ¿no descanso lo debido?—

Camila trato de disimular su risita pícara pero fue imposible.

—Tenía que descansar lo se, pero bueno.. quizás sea mi culpa que no haya descansado—

—Era de esperarse— negó —Tuvieron sexo no es asi— aseveró

—Un par de veces a decir verdad, luego le comenzó la fiebre y aunque me quede toda la noche bajandosela ahora en la mañana amaneció igual—

Ally negó para si misma dándose cuenta que ni Camila, ni Lauren tomaban las cosas enserió.

—Voy a subir a verla, en cuanto se reponga les voy a dar una buena regañada a ambas— argumento seria —Debes entender que la salud de Lauren es crítica y debe estar tranquila—

—No pensé que se fuera a poner asi—

—Entiendo pero ambas deben tener mayor cuidado—

Camila asintio y fue a la cocina a preparar un desayuno para su esposa mientras Ally subia a ver el estado de Lauren.

Habitación principal

—Miren quien despertó— sonrió —La pequeña adolescente ¿como te sientes?—

Lauren se levantó de la cama, un tanto mal humorada. No respondió a la pregunta que le hizo Ally

Parece que alguien esta de mal humor— bufo —Deberías estar contenta pues hasta donde pude notar tuviste una noche de sexo con Camila—

Estoy bien— respondió cortante y de notable mal humor

Vine porque estás con fiebre desde anoche—

Lauren se levantó de la cama, tenía cara de pocos amigos, se estiro y miró a Ally —Tomaré una ducha—

—Te espero entonces, necesito asegurarme que todo este bien— ally se acomodo en el sofá de la habitación y espero paciente a que su amiga tomara una ducha.

Narra Lauren

Al mirarme en el espejo note marcas en mi cuello, pechos, en mi abdomen también. Me sentía cansada, adolorida y ese maldito dolor en mi pecho se mantenía.

Me metí rápido a la ducha, sentí el agua fría caer sobre mi cuerpo. Mi cabeza se sentía pesada y comencé a sentirme mareada.

Mierda— me dije a mi misma, ya empapada del agua, me sostuve como pude de las paredes y trate de calmarme.

Mi pecho comenzó a palpitar más rápido de lo normal, estaba acelerada, apague el agua de la regadera y comencé a toser.

Lauren ¿todo bien?— escuche la voz de Ally y no le podía decir que me sentía fatal.

Todo bien— respondí.

Mi hija 3, la última cruzada. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora