El tintero de Nina

Mi yo cursi e inmadura

Queridos:

Un capítulo más, una entrada más en el diario.

Esta vez tuve la oportunidad de echar mano a una historia que nació en uno de mis momentos más difíciles, pero paradójicamente más reveladores de mi vida, durante mi ausencia de toda red social.

No había podido escribir nada sobre esta nueva historia, porque por cuestiones personales la perdí durante mucho tiempo, al punto en que creía que no volvería nunca más a mis manos.

No obstante, al final recuperé todo el poder sobre ella, tal y como debía haber sido. Es una historia triste de amor juvenil, lo que sea que eso signifique.

¿Por qué haremos diferencias entre el amor joven y todo lo demás? ¿Es que después de cierta edad no se puede amar con la misma intensidad?

Ciertamente no he logrado sentir esas mismas mariposas de hace tantos años, pero sigo fuerte en mi idea del amor romántico, intenso, leal y profundo. Existe, ¿no es así? ¿Ustedes qué piensan? ¿Lo han encontrado ya?

Volviendo a la novela, recuperé los esbozos de un par de capítulos y he añadido todos los cambios y las correcciones que Dios sabe que le hacían muchísima falta. Aún debo pulir algunos detalles más, pero estoy segura de que si les gusta el romance, el misterio y, ¿por qué no? Algo de erotismo, entonces amarán esta historia.

Es como un retazo de inmadurez, un retorno a la adolescencia que me hacía soñar con galanes encantadores y amores intensos e irreales. ¿Quién no ha soñado con un compañero perfecto?

Sin embargo, ustedes me conocen, y en mis historias no hay mucho espacio para los cuentos rosas y los finales tipo Disney. Que tampoco quiere decir que ya tenga muy bien definido el final, así que tranquilos, no es spoiler.

Si les soy totalmente honesta, esta historia puede parecer algo pueril, de esas que escriben las colegialas para pasar el rato, soñando con el ideal dentro de una gran variedad de fantasías, y lo cierto es que así es, salvo que no soy una colegiala.

Creo que todos tenemos un ideal, y yo quise tomar al mío y estrujarlo hasta moldearlo dentro de una de mis locas invenciones literarias. Los que estén libres de pecado, que tiren la primera piedra.

Ya veremos si les gusta esta nueva etapa de romántica empedernida, (que ya han conocido un poco de ello si están leyendo Imperio de soledad), de todas maneras, yo espero que sí que disfruten de esta nueva creación, aunque por ahora solo puedo revelarles el título.

¿Listos?

¿Preparados para lanzar jitomates?

"Bajo el hechizo de una estrella".

Meloso, ¿no es cierto? Les repito que esta faceta es muy nueva y ni yo me la conozco, pero me emociona la idea de darle vida a estos nuevos personajes que serán tan locos como los demás, pero muy a su estilo.

Un poco suya y totalmente inmadura,

Nina Benedetta.

PD. Acepto sugerencias para un título aún más cursi. Por cierto, si desean saber un poco más sobre la trama de esta nueva historia, puedo revelarles que se me ocurrió una tarde mientras leía la traducción de la canción In der morgen danach de la banda alemana Lacrimosa; eso y mi propio ideal cuyo nombre no me daré el lujo de revelar. Eso quedará para mí, como un misterio.

¿Adivinan de qué tratará?

Bajo el hechizo de una estrella: 1453 palabras.