Star over (cult of the lamb)

8

El sonido de una pala sacando tierra causado por un felino azabache muy enojado. Es lo que escucha Thornoar en la linda y calurosa tarde que antes era una mañana de infierno. El cano solo observaba a lo lejos las brasas que aún quedan después de ese infortunado suceso causado por el gato, su sangre hervía y su garganta hacia un nudo cada vez que escucha los quejidos del desertor más polémico del culto actualmente, deseando por dentro decirle todo lo que piensa acerca de él y de su actitud mal inclinada.

-Deja de quejarte y mejor ponte a trabajar-

-Estoy trabajando maldito ciervo, porque no mejor te largas y me dejas hacer mi trabajo-

Por otro lado, tenemos a Narinder y su inmenso desinterés por las consecuencias de sus acciones mal intencionadas, el gato solo siente enojo gracias a la maldita vasija que solamente se limitó a decirle que tiene tres días para acabar de replantar, ni siquiera hablo de lo que hizo en la mañana. El gato no lo hubiera hecho, solo para molestar al cordero, sin embargo, Lamb le dijo que si no lo hacía le daría lo mismo y él se pondría a hacer su trabajo, molestando al ex obispo.

Narinder simplemente podría dejar de hacer esto, pero se negaba, su orgullo está dañado y se niega rotundamente a aceptarlo.

Solo una cosa está en la mente de Narinder: Salir del culto. A estas alturas el gato ya no quiere estar aquí. Podría hacer que Lamb lo expulse del culto o algo así pero el orgulloso ser quiere salir por sus propios méritos, pero antes quiere mostrarle al receptáculo que el puede hacer su maldito trabajo y que no le molesta el desinterés con el que el cordero toma sus acciones. Narinder quiere hacerlo sentir igual de miserable, el problema es que él no sabe en qué momento empezó a sentirse así de patético y por qué.

-Ni siquiera sé porque me tomo la molestia de hablar contigo-Fastidiado hablo el ciervo.

-Entonces deja de hablar- desinteresado se muestra el gato.

- ¡¿Por qué hiciste eso?!-Thornoar encara a Narinder, su sangre sigue hirviendo y el nudo en su garganta hace acto de presencia.

-Yo no hice nada-

-¡Claro que sí, desde que te conocí siempre haces algo!-

-Ni siquiera eh estado tanto tiempo en este maldito lugar-

-¡Si pero el tiempo que has estado aquí demuestra lo que eres!-

-Ya cállate-

-¡No, no me voy a callar seguramente amenazaste a Majul para que digiera que no lo hiciste, pero yo y el Divino líder sabemos perfectamente que fuiste tú!-

Narinder ya ni se tomaba la molestia de ver a Thornoar o si quiera responderle, estaba algo cansado de escuchar al ciervo por lo que no le dijo nada permitiéndole seguir hablando.

-¡¿Tienes idea de los problemas en los que me voy a meter?!-

-¡Tu solo piensas en ti, no eres capaz de al menos sentir empatía!-

-¡Todo el esfuerzo que tuve que hacer para que los adeptos del culto me miraran como una figura de autoridad se fueron a la mierda gracias a ti!-

-¡¿Qué dirá mi padre acerca de esto?! ¡¿Qué dirá el gran líder?!-

Thornoar por fin deja que el hervor de su sangre salga por su boca y sus ojos empiezan a mojarse de mucha impotencia al ver que Narinder ni se inmuta.

-Soy un fracaso-

El ciervo le da la espalda a su contrario, se recuesta en la húmeda y limosa tierra de los cultivos dejando caer su blanco sombreo a la sucia tierra, exponiendo sus orejas cabizbajas.