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-¡Thornoar yo no hice nada!- Voz molesta emitía el ex obispo al ver que el recaudador de fe no decía nada.

El ciervo solo seguía caminando serio, hasta alejarse lo más posible de los demás cultitas y tras él iba Narinder que estaba tratando de sacarle palabra al cano.

- ¡¿Por qué no dices nada?!-

- ¡Maldita sea di algo! -

El gato está extremadamente molesto y busca evitar ser percibido como pervertido por el ciervo. Es importante aclarar que al gato no le interesa en lo más mínimo la opinión de Thornoar sobre él. Lo que realmente preocupa a Narinder es ser etiquetado de manera tan patética y denigrante hasta tal punto que llegue a los oídos de Lamb. Si acaso se le asignara alguna etiqueta social, preferiría una que infunda miedo y respeto hacia su persona, en lugar de una que lo degrade aún más.

-Está bien Narinder, por más imposible que parezca te creo-

El ciervo volteo a ver al gato con una cara confusa, no puede creer que el gato no es culpable al menos no de todo de lo que se le acusa.

-¡Pero yo no soy un maldito pervertido!-

-¡Que te creo Narinder ya cállate!-

-¡En serio crees que...espera ¿Acaso dijiste que me crees?- Voz y cara confusa mostraba Narinder.

-No del todo, pero en algo estoy de acuerdo contigo, desgraciadamente-

-¿En qué?-

-No eres un pervertido de eso estoy seguro-

-¿Por qué carajos estas seguro?-Narinder no puede creer que ese ciervo le crea.

-Porque eres todo menos alguien pervertido-

-No te entiendo-

-Eres un ser egoísta, narcisista, orgulloso, necio, codicioso y presuntuoso, pero no llegarías tan bajo, eso creo-

-En ese caso ya me voy-

El azabache se iba del lugar satisfecho por la gran descripción que el ciervo le dio, le faltaron más adjetivos pero no se va a poner exigente ahora que está seguro de que, probablemente, el recaudador de fe no le diga nada a su líder.

-¿A dónde crees que vas?-

-Si te refieres a los cultivos lo hare luego-

-No, lo harás ahora y además tienes que demostrar tu inocencia, no es tan sencillo librarte de los problemas-

El gato hacia un quejido-Entonces que tengo que hacer-Narinder miraba al ciervo con una cara molesta.

-¿Desde cuándo te interesa demostrar tu inocencia?-

-Desde que ese maldito oso hijo de puta me etiqueto de ese modo-

-Está bien-

-¿Entonces?-

-¿Entonces que?-

-¡Que tengo que hacer para demostrar que no soy un pervertido!-

-Cierto, se me había olvidado, lo siento-

-Tu eres la prueba viviente de que el cordero es un imbécil-

-¡Oye!- El ciervo hablo ofendido.

-¡Habla ya!-

-Okey, por el cordero. Tienes que ir al confesionario y hablar con el divino líder-

Star over (cult of the lamb)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora