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___________________________________ 24 de abril de 2015

-... Me dijo que no podía comer cosas que contengan muchas calorías, y que guarde reposo; pero ya saben como soy, no le hice ningún caso, y estoy perfectamente bien. Los médicos sólo exageran, estoy segura de que no me intoxiqué con nada. -dijo, sorbiendo de su jugo de naranja.

-No puedo creer que estés tan tranquila.

-¿Y qué quieres que haga? ¿Que tenga miedo por cada cosa que ingiero? No, amiga, yo no soy así. Estoy totalmente recompuesta, ¡ni siquiera me he sentido mal durante la semana! Me obligaron a faltar. Ya saben como es mi mamá con respecto a las "enfermedades". -hizo comillas en la última palabra, con un poco de irritación.

-Ella sólo se preocupa. Y no digas que no te sentiste mal, yo recuerdo perfectamente que el primer día estabas más verde que un ogro, y no paraste de vomitar.

-Bueno, Caterina, ¡pero precisamente me pasó eso porque fue el primer día! -reprochó, tomando un pedazo de medialuna. Kiara hizo un mohín con la boca.

-¿Estás segura de que puedes comer eso? -le preguntó con duda, al ver la forma en la que devoraba el alimento.

Josefina puso los ojos en blanco. -Que sí, pesada. -afirmó, con la boca llena.

-¡No soy pesada! Sólo me preocupo.

-Para eso está Caterina.

-¿Qué piensas que soy? ¿Tu niñera? -se indignó esta, levantando la vista del libro de Ciencias que estaba leyendo. Su gemela sonrió, revolviéndole el cabello como si fuera una niña. -Quítate. -le ordenó, zafándose y tratando de acomodarse el peinado.

-Pero que aburrida.

-Creo que estaba mucho mejor cuando estabas calladita y acostada.

-Ambas sabemos que estás mintiendo. -sonrió, parpadeando rápidamente, queriéndose hacer la dulce. Caterina la ignoró.

-En fin. -dijo Kiara, con un largo suspiro. -Supongo que te diste cuenta de que estamos juntas en el proyecto de Geografía.

-¿Cuándo tenemos Geografía?

-El miércoles a primera hora.

-¡Para eso faltan dos días! ¿Cómo se supone que haremos ese trabajo?

-Nos la arreglaremos.

-¿Y por qué tenemos que hacerlo juntas? ¡Ambas sabemos que entre las dos no hacemos una cosa bien!

-Gracias por la fe que me tienes, Jose. -agradeció Kiara, con la ironía rebosando de su voz. Se encogió de hombros, masticando una galleta de avena. -Hoy estoy libre, si quieres puedes venir a mi casa luego de la escuela. Mañana no podré.

-¿Por qué?

-Comencé boxeo.

Una carcajada brotó de lo más profundo de la garganta de Josefina. Con ese gesto, casi la mitad de los alumnos que se encontraban a su alrededor posaron la mirada en su mesa, haciendo que Caterina mascullara unas cuantas malas palabras por lo bajo, y le pegara un codazo.

-Ríete como una persona normal, por amor a Dios. Pareces una foca.

-Además, ¿qué demonios te causa tanta risa? -frunció el ceño Kiara. Josefina, limpiándose un par de lágrimas falsas de los ojos, la observó, todavía con diversión en su rostro.

-¿Has empezado boxeo?

-Sí...

-¿TÚ has empezado boxeo? -preguntó, sin terminar de creérselo. -Vaya... Cuando pensé que las cosas no podían estar más raras, sales tú con esto.

El Pueblo Perdido #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora