La caligrafía era hermosa, la puntuación estaba realmente bien cuidada y el suave tono lila pastel de la hoja en la que estaba escrita la nota llamaba la atención.
"Escuche a Jeon decir que no saldría contigo por ser infantil, que se joda, ser infan...
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Hoseok caminaba casi por inercia hacia el tan conocido casillero del menor por el cual moría, dispuesto a cumplir con la misión de todos los días.
Había dormido poco y casi ni se levanta cuando la alarma sonó, sin embargo, como obra divina del señor, su hermana había entrado a su habitación exigiendo que devolviera el libro que había tomado prestado, logrando que sus chillones y desesperados gritos por ir tarde a su respectiva universidad, por culpa del bendito libro olvidado a medio leer en el buró de Hoseok, terminarán por despertarlo.
Se había arreglado a las carreras esperando a que ningun alumno llegara al plantel antes que el, sin tener tiempo ni de oler el desayuno que su hermosa madre había colocado en la mesa para ambos hermanos, no, no podía, no quería ser descubierto, no cuando su plan parecía estar funcionando, en su derecha la hermosa flor del día y la carta en un sobre de un suave color azul, mientras en su izquierda un chocolate a medio comer, intentando que el azúcar de dicha golosina le despertara por completo.
—No vuelvo a jugar Outlast en línea con Yoongi y Namjoon -Murmuro mientras dejaba su mochila en el piso, ya frente al casillero del peliazul- A mi ni siquiera me gustan los juegos de terror, puta madre -Se maldijo, pues había aceptado solo para callar al burlon de Min Yoongi.
Metió la contraseña en el cerrojo y una vez desbloqueado, abrió con total normalidad, sin embargo, algo llamo su atención.
Un sobrecito de color rosa chicle se encontraba en la pequeña repisa donde el solía dejar sus cartas y flores. Movido por la curiosidad llevó la barra de chocolate completa a su boca, pues ya solo quedaba poco menos de la mitad, metió el envoltorio en su pantalon y tomo entre sus manos el sobre encontrado.
Los ojos casi se le salen de las cuencas y casi muere atragantado por el chocolate que masticaba cuando descubrió en una esquina de dicho papel un lindo "Para J.H de K.T" escrito con la caligrafía más hermosa que el de sonrisa acorazonada pudiera haber visto en su vida.
¿Era para el?¿Taehyung había dejado una carta para el? No, quizá aún estaba dormido en casa, abrazado a su hermoso peluche del alien Tata y en sus cómodos boxers de Mang, personajes de su caricatura favorita de la infancia.
Se dió un ligero pellizco en el brazo y cuando su piel dolió y se torno rojiza, supo que, enefecto, Kim Taehyung, Alias Osito bubu y futuro marido de Jung Hoseok, había dejado una carta para el y solo para el.
Sus ojos se achicaron cuando una enorme sonrisa de corazón apareció en su rostro, Quizá había empezado un poco mal el día, pero como Namjoon decía: "a veces los mejores libros tienen un comienzo realmente malo".
Quizá su día sería perfecto después de todo, solo había tenido un pequeño tropiezo al inicio.
Guardo la carta en el saco de su uniforme sin poder borrar su sonrisa y con rapidez coloco en el mismo lugar su carta y su preciada flor, mirando una vez más a los costados, asegurándose de estar solo aún, cerro por fin el casillero ajeno.
Sin más que hacer y con una hora libre antes del comienzo de clases, salió feliz y sonriente, cruzando la calle, dispuesto a dos cosas: 1; comprar un rico desayuno y 2; leer la carta que el amor de su vida había escrito para el.
Kim Taehyung realmente no tenía idea de lo muy embobado que tenía a Jung Hoseok.
Y quizá, solo quizá, Jung Hoseok no sabía que ese pedacito en el corazón del menor que tanto deseaba ganarse, en realidad ya era de el, incluso antes de comenzar con sus lindas cartas, solo que ninguno se había dado cuenta nunca.
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