Lღcɑʍєитє Eиɑʍღʀɑdɑ 💕

CAP 26 EMBUSTERAS

"No quiero que tú y yo seamos solo un momento, ni mucho menos que seamos algo pasajero, solo quiero que lo que esta surgiendo entre nosotros dure para toda la vida. ¿Lo intentarías al menos? ".

-Esto cambia muchas cosas, hormiguita.

Liz caminó de un lado a otro a brazos cruzados mientras pensaba en todas las posibles reacciones del viejito. Natalia le había contado todo lo que había sucedido en la oficina de su jefe y como se había comprometido a ir con él a quien sabe dónde el próximo viernes.

-Tengo miedo, Liz. ¿Qué tal si lo que tiene que decirme es que todo ha sido un completo error, algo que no bebido suceder? ¿Qué haré si me rechaza así de feo? No quiero que rompa mi corazón, lo quiero muchísimo y me tiene tan enamorada que creo que no lo soportaría.

Nat le dijo con completa angustia, mientras Liz caminaba hasta la cama para sentarse a su lado.

-A ver... Debemos pensar con la cabeza fría. -Liz la abrazó con cariño.

-Quisiera que todo fuese más sencillo, y que el me correspondiera así como cualquier persona normal. Quisiera gustarle tanto como él me gusta a mi. -Nay confesó con algo de tristeza.

-Escucha, bebé. Si no le gustaras ni una sola pizca jamás se hubiese atrevido a acercarse a ti, y mucho menos a robarte esos dos apasionados besotes que se dieron. Es obvio que lo traes loquito, de eso no tengas dudas. La cosa aquí es que él aún está lidiando con los fantasmas de su esposa muerta. -Liz le explicó mientras Nat esbozaba una mueca de inconformidad.

-Ese es otro punto... Me da miedo que diga que le recuerdo en algo a su difunta esposa y que por eso ha tenido esos despuntes tan impulsivos conmigo, o que confirme que los besos que me ha robado han sido simples arrebatos de ira porque lo saco de quicio. No quiero que me compare con ella, seguro la mujer era toda perfecta, encantadora y hermosa... Es que sólo mírame a mi... Soy un désastre, él mismo me lo ha dicho. -Nat suspiró con pesar mientras sus lágrimas se acumulaban, hizo una pausa corta y continuó mientras Liz le permitía sacar todo lo que la tenía tan decaída.

-Mi cabeza está llena de muchos finales catastróficos. Créeme que respeto su duelo y respecto mucho lo que tuvo con ella... Estuvieron casado después de todo, compartieron su vida juntos por un buen tiempo... Eso me resta muchos puntos, lo sé, pero aún así me niego a ser como su esposa difunta, ni mucho menos deseo remplazarla o parecerme a ella, yo solo deseo ser Nat, así, toda torpe, problematica y pelirroja. Quiero que el me ame así como soy... -Los ojos de Nat se aguaron aún más y sus lágrimas terminaron por desbordar de sus ojos.

-No llores, hormiguita, seguirás siendo tú, no hay poder en el universo que haga desaparecer esa chispa pelirroja que te hace tan especial. No importa lo que ese amargado piense, tu eres la cosita más preciosa de este mundo y si él no piensa corresponderte o al menos darte la minima oportunidad entonces que se vaya al díablo. Cuando Henry y yo nos casemos le dire que te presente a muchos amigos, igual y hay algo mucho mejor por ahí y no lo haz encontrado. -Liz le dijo en tono gracioso, regalandole una sonrisa cariñosa. Nat asintió y se limpió las lágrimas.

-Pero no quiero a otro, Liz... Lo quiero a él... -Nat esbozó un puchero y Liz la acurrucó a su costado.

-Lo sé, bebé... No quiero verte triste... Mejor pensemos positivo, hay que decretar que todo funcionará y que él se dará una oportunidad contigo. Pero eso no sucederá si ninguno de los dos da el primero paso. Debes decirle que la persona especial que te trae loquita es él. -Liz besó su frente y ella asintió no muy convencida mientras se mordía el labio. Pensar en ese confesión hacía que su estómago revoloteara de tantos nervios.

-¿Qué debo hacer ahora? Estaré solita con él quien sabe dónde, no podré huir más esta vez.

Nat preguntó muy preocupada, por todo, por ella y por su tía... Miró la hora, eran casi las 7 de la noche y la tía Rachel no llegaba. Seguro había pasado a la florería a dejar algunas cosas listas para el día siguiente.