2. Quedate.

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Me acomodo sujetándola con fuerza, tratando de asegurarme que no se escape mientras duermo, lo que tuvimos fue lo mejor que he vivido, ¿así se sentirán todos los alfas con sus omegas después de coger? De ser así, entiendo porque continuan haciéndolo, y porque la población sigue en aumento, sigo en mis pensamientos mientras veo a la peliblanca, si que es hermosa, acaricio sus rasgos, sus labios hermosos, su nariz pequeña y delicada, es una alfa se que es las mas poderosas, y aun así logra verse tan delicada, la veo como su nariz olfatea, parece una hermosa cachorro buscando algo, ¿que sera lo que huele? Poco a poco la veo acercándose a mi, escondiéndose en mi pecho, quisiera decirle que no se preocupe, yo la protegería, así no necesitara de mi, cuando la siento acomodada en mi pecho oliendo mi aroma, la pego mas mientras me arrullan los aromas de la habitación, el olor a bosque, con tierra mojada fuego y sidra, es como si avanzáramos unos meses y llegáramos al invierno, no supe en que momento, me quede dormida.

No se cuanto tiempo paso, pero me despierto y trato de aclarar mi vision, veo a mi alrededor y no la veo, aun siento su aroma, me levanto apresuradamente y la veo en la cocina bebido un enorme vaso con agua, como su no hubiera tomado agua nunca.

-¿Quieres repetir?- Le pregunto, mientras veo su piel erizarse al oír mi voz.

-Si.- Habla con su voz calmada pero con tono urgido, así que obedezco a su loba ansiosa.
La tomo en mi brazos, la veo a los ojos, y tomo sus labios nuevamente, no puedo creer que nunca haya besado antes, es la mejor sensación del mundo, creo que de ahora en adelante besare muy seguido cuando coja con alguien, aunque quisiera que siga siendo ella, continuo con los besos, y bajo a su cuello, y me maldigo a mi y a mi loba, somos tan estúpidas queriendo aferrarnos a marcarla como mía, quizas si yo la marcara no la afectaría en rango, hasta donde se, un alfa que marca a otro alfa baja a delta, pero claro que yo no soy un alfa, creo es mi loba hablando conmigo tratando de convencerme estará bien, pero no le creo, estoy segura que mi loba es una perra mentirosa, y traicionera, después de todo, es mi naturaleza, sonrió pensando en ello, y de inmediato subo mis besos a su lado contrario, la acomodo en la cama, y corro prácticamente por por la caja de preservativos, y esta vez soy yo la mas desesperada y ansiosa por iniciar, como si yo fuese la que esta en celo, me coloco el preservativo y entro sin avisar mientras siento mi miembro crecer mas dentro de ella, la escucho gemir casi gritando al sentir mi extensión, y la veo retorcerse, como si quisiera volverse loca, mi alfa es tan deliciosa, la tomo de su delicada pero fuerte cintura y la comienzo a besar, entro y salgo de ella, con embestidas fuertes, se que así le gusta a ella, lo veo en sus ojos.

-Quédate alfa, yo te cuidare en tu celo.- Solo digo eso, sin saber porque, ¿que significa que la cuidare?

-Esta bien, me quedaré.- Responde retorciéndose de placer, hablando con su voz tan dulce, no puedo creer sea un alfa amargada con esa voz tan tersa y hermosa, combina perfecta con ella.
Terminamos ambas al mismo tiempo, se que ella termino por la humedad que casi siento atraviesa el condón, tiro este y me coloco otro, cuando veo su rostro enrojecido, creo que ya esta cansada, pero no puedo desecharlo nada mas así si ya me lo coloque, en lo que me entregan nuevos, lo mas lógico es cambiar de posición a una diferente para que descanse un poco, la giro y entro en ella lentamente, cuidándola mientras la escucho agitada gimiendo moviendo sus caderas ligeramente, me alegra lo este disfrutando, beso su espalda cuello, y su deliciosa nuca, mientras me embriaga el olor de su delicioso y blanco cabello, comienzo a acelerar un poco mis movimientos, solo los vuelvo rápidos no agresivos, quiero que tengamos otras posiciones mas, y no quiero lastimarla tan pronto, cuando la escucho gemir, ese que ya he escuchado tantas veces que anuncia otro exitoso climax de mi alfa, y también yo llego de solo escucharla, salgo de ella y cambio el preservativo, la levanto de la cama y la llevo al sofa.

-¿vemos una película?- Le pregunto mientras ella arquea la ceja al ver mi miembro con preservativo nuevo, creo no entiende el porque lo estoy utilizando, si quiero ver una película, sonrió, y ella me ve extrañada aun mas.

-¿Que clase de película?- Pregunta, quizas pensó que hablaba de otra clase de películas, algo que me ofende un poco no necesitamos ayuda de películas.

-Una de acciones, ¿que te parece?

-Como sea.- Me responde, pongo cualquier película en la aplicación de películas, de la sección de acción, comienzan y yo la veo entretenida viéndola, me siento y separo sus piernas arrancándole un gemido inesperado, comienzo a besas desde sus piernas hasta su centro, besando y pasando mi lengua, por cada milímetro de ella, tiene un sabor aun mas delicioso, un sabor que ansío continuar probando, llego a su centro y beso sus labios, mis manos se dirigen a su cadera, y ahi las dejo, con mi lengua separo sus pliegues y comienzo a subir y bajar, podría jurar que a ella nunca la habían besado así, llevo mi boca a su clitoris, los succiono, como si quisiera que creciera para mi, como lo suele utilizar ella durante el coito, y quizas funciono un poco, la tomo con fuerzas porque del placer que esta sintiendo se mueve mucho y no me deja disfrutar, no solo su sabor, la sensación de su cuerpo en mi boca, y sus gemidos, comienzo a soltarla, y mi miembro ya no puede de la excitación, tengo que hacer algo con el o explotara, la sujeto con fuerza hasta que la escucho quejarse y me ve a los ojos, creo que la lastime, suelto mi agarre, y me sujeto del sofa, con su mirada agradece, una mirada que se ha vuelto mas sumisa, separo sus piernas y entro en ella delicadamente, despacio, para que nuestros cuerpos lo disfruten, como si nos estuviera presentando, veo su rostros, con dolor, su celo ya no puede, la necesidad de reproducirse es la que actúa, pero su cuerpo cansado necesita ir mas despacio, y no se como lo se, pero lo se con verla, mi alfa me lo dice con su mirada, la penetro tantas veces y tan delicada que solo la siento temblar de placer, se que llego al climax, la tomo en brazos con cuidado, y la llevo a la cama, se que aun le falta para que su celo concluya, ¿como lo se? No lo se, quizas es su loba hablando conmigo, diciéndome que sea mas delicada, y que aun no termina, cambio nuevamente el preservativo, y continuo dándonos.
No supe en que momento de la noche tuve que ir por otra caja, pero cuando menos me di cuenta, ya habían dos cajas vacías, y la tercera casi terminada, ambas estábamos sudorosas y agitadas.

-¿Nos bañamos? Odio sentir mi piel así.- Pregunta la deliciosa alfa, yo ya estaba cansada y sentía igual de molesta mi piel, pero también sentía mi miembro hinchado y no de la manera deliciosa, de la manera en que si se volvía a parar se rompería, o ya no bajaría, pero como decirle que no a ella.

-Por supuesto, me siento igual.- Digo besándola en la mejilla, no entiendo porque ella me provoca esas actitudes tiernas, ni siquiera se su nombre, me levanto rápidamente a preparar la bañera, estoy tan cansada que no quiero ni bañarme de pie, regreso hacia la habitación.
-Lalisa Manobal, mucho gusto.- Le digo cuando la tomo desprevenida y suelta un adorable gritito.

-Roseanne Park, el gusto es mio.- Responde cortes, mientras le sonrió y beso sus labios mientras ella acaricia mi nuca, llegamos a la bañera y afortunadamente ya estamos desnudas, solo entro a la bañera con ella en brazos y cuidado de no caernos, ni que aplaste mi miembro, me recuesto y ella se recarga en mi pecho, quizas la alfa si necesita protección, tomo el shampoo.

-¿Quieres que ayude a lavar tu cabello?- le pregunto, y ella asiente sin despegarse de mi, beso su frente antes de enjabonarla, y comienzo a lavar su hermosa y larga cabellera, mientras el aroma que emana de ella comienza a embriagarme, termino con el cabello, y comienzo a lavar su cuerpo, cuando terminamos, continuamos recostadas, relajandonos en el agua caliente, que poco a poco va enfriándose, cuando la escucho roncar, la tomo y la llevo como una bebe a la cama, la seco un poco y coloco una toalla para que no duerma con el cabello mojado, la escucho quejarse cuando me separo de ella y eso me hace sonreír, es la primer persona que se queja de mi ausencia desde que descubrí lo que soy, así que me apresuro para acostarme nuevamente.

La ultima enigmaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora